martes, 21 de febrero de 2012

NIÑOS EN VACACIÓNES


El juego y los juguetes no solo cambian a la medida que los niños van creciendo, también son distintos según el tiempo y la temperatura que haga, o si los niños están o no de vacaciones. De todos modos, el juego y los juguetes están para divertir, para enseñar y educar, para relajar y ayudar a los pequeños a compartir momentos y entretenimiento con los demás.


Cuando se termina el curso escolar, los niños aparcan los libros de texto, los lápices, cuadernos, y los sustituyen por los juguetes. Algunos padres son partidarios de regalar a sus hijos algún detalle o juguete a los que algunos denominan "premios", cuando ellos concluyen el curso. Al fin y al cabo, después de un año entero de estudio, ahora lo que se pretende es que los niños se relajen y aprovechen al máximo de sus tan merecidas vacaciones.

No hay duda de que son las vacaciones de verano las más esperadas por los niños. El calor no solo les invita a salir a la calle, como también a ir a la piscina, a la playa, a estar más en contacto con la naturaleza, a caminar, saltar, y a quitarse de encima toda la ropa y los compromisos del invierno.

El verano, para muchos niños, representa libertad, y los juguetes que más les animan en esta época son el balón, la comba, la bicicleta o triciclo (en el caso de los más pequeños), los patines, y todos aquellos que puedan usar al aire libre. Además los niños también aprovechan para aprender algún deporte: a jugar al tenis de mesa o de playa, a nadar, a hacer volteretas, y todo lo que permita su capacidad, su cuerpo y su edad. Los niños también podrán aprender con nuevos juegos de mesa, con un buen libro para colorear, cambiando ropitas de muñecas, o montando una cocinita al aire libre.

Además de los juguetes, los niños lo pasan en grande en los parques. Se vuelven locos con los columpios, toboganes y balancines. Y además, podrán hacer nuevos amigos. Jugar a la comba, a la carrera de sacos, al escondite, a la carrera, al corro, cantar y bailar también representan una gran fuente de estímulos para los niños. Con todo, se aprende.

En las vacaciones, los padres también podrán despertar la creatividad, los sentidos, y las destrezas de sus hijos, rescatando las manualidades. Pueden construir con ellos una cometa, así como sus propios juguetes con materiales reciclados, o pintar una camiseta. Aparte de los trabajos manuales, los padres pueden fomentar la lectura en sus hijos, a través de los libros de cuentos. Para que los niños jueguen no es necesario que se gaste tanto dinero. Lo importante es aplicar una actividad y pasarlo bien. La cantidad de juguetes no es lo que determinará la diversión de un niño, y sí la calidad del momento de juego.

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