El robot quirúrgico Da Vinci, una tecnología de última generación en materia de cirugías, comenzó a ser utilizado por el Hospital Británico, como parte de sus planes de desarrollo, tras habérselo ofrecido a ASSE, según afirmaron.
El sector público de salud no aceptó en principio tan rápidamente la tecnología como sí lo hizo el nosocomio privado.
Sin embargo esta actitud fue reprobada por el Ministerio, cuyos servicios jurídicos entienden ahora en el caso y estudian sanciones a aplicar.
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Mientras tanto la tecnología robótica permanece “congelada” y sin autorización oficial de uso, por lo que las operaciones previstas en la máquina quedaron suspendidas.
La cirugía robótica es empleada en el mundo para tratamientos en los que la mano humana resulta menor exacta que la máquina para realizar distintas fases de la operación.
El instrumental viene siendo manejado por médicos de las cátedras correspondientes de la Facultad de Medicina, que hicieron prácticas en el exterior.
A nivel políticos, los representantes involucrados en el área médica ya alzaron sus voces: mientras desde el oficialismo se afirma que no se puede hacer lo que se quiera sin autorización del M.S.P., desde la oposición se argumenta que se trata de otro desplante autoritario sin aval científico alguno que obstaculiza un nuevo desarrollo en el país emprendido por el sector privado
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