Los abuelos se relacionan de una forma distendida con los nietos, pues no recae sobre ellos la responsabilidad de tomar las decisiones. Siempre a mano para cuidar a los nietos cuando los padres no están, ponen a disposición, tanto de hijos como de nietos, su larga experiencia de vida.

Son un soporte invaluable para padres principiantes. Su rol es el de acompañar la crianza de los niños, pero siempre desde una postura secundaria, apoyando las decisiones de los padres, o en todo caso, prestando su experiencia cuando su consejo sea solicitado. La presencia de los padres es insustituible.

En situaciones extremas (muerte de los padres, violencia familiar, enfermedades crónicas, etc) los abuelos pueden hacerse cargo de los nietos en forma permanente. Esta situación exige de los abuelos, esfuerzos que ya no están en condiciones de soportar.

También hay que recordar, que si bien, cuando la relación es temporaria, (en las horas que los padres trabajan), los vínculos con los nietos se dan de manera más fluida, pues no implican las responsabilidades del cuidado permanente, las que provocan estrés . Cabe recordar, que los abuelos se criaron en otro tiempo, y sus costumbres están más alejadas de los chicos que las de los padres.

Los abuelos también tienen necesidad de relacionarse con personas de su misma edad, compartir con ellos, realizar proyectos, y esto no pueden lograrlo, si deben dedicar su vida al cuidado de la familia, cosa que ya hicieron cuando fueron padres. También es cierto que los abuelos están aferrados a sus costumbres, las cuales distan mucho de las de los nietos, esto produce roces frecuentes cuando el contacto es permanente. Lo ideal entonces, es que los abuelos estén presentes para compartir vivencias, pero sin que eso se convierta en obligación para ninguna de las partes.








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