Para ser un líder necesitas seguidores.
La mejor forma de conseguir seguidores es “sirviéndoles”. De esta forma te ganarás la lealtad y el respeto de los que finalmente están a tu servicio.
Como decía John F. Kennedy ” No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregunta qué puedes hacer tú por tu país”.
La mejor forma de conseguir seguidores es “sirviéndoles”. De esta forma te ganarás la lealtad y el respeto de los que finalmente están a tu servicio.
Como decía John F. Kennedy ” No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregunta qué puedes hacer tú por tu país”.
El trabajo de un buen líder es ayudar a otros a descubrir cómo hacer las cosas por sí mismos, poder conseguir que las cosas se hagan y tengan éxito, más allá de lo que creían posible cada uno de ellos. No hacer el trabajo por los otros.
Si alguien te pide ayuda o te revela que no sabe cómo hacer algo, es porque piensa que tú estás ahí para respaldarlo.
El liderazgo es una práctica y un entorno. La gente debería sentir que estás allí para ayudarles a ser la mejor versión de sí mismos.
Un líder debe ayudar a la gente a conseguir los recursos y la información necesaria para desarrollar su tarea lo mejor que pueda. También tiene que controlarlos y ayudarles a corregir sus errores cuando los cometen. Así te ganarás su confianza y cuando te resulte necesario, ellos lo darán todo por ti, con gusto. No porque eres su jefe, sino porque te respetan y confían en ti.
Un buen líder construye una cultura de servicio.
¿Qué cualidad admiras más de un líder?
Un gesto importante de elegancia en las relaciones interpersonales de cualquier tipo, ya sean de negocios o personales, es recordar los nombres de las personas que te presentan.
Puedes hacerte el hábito de seguir estos pasos sencillos:
- Repite el nombre: el primer paso para mejorar tu capacidad de retener los nombres de la gente que conoces es repetirlo al presentarte “es un placer conocerte Pedro“.
- Haz una pregunta utilizando el nombre: “Entonces, Pedro, cuéntame qué te ha traído a este encuentro”. Esto evitará que el nombre te pase inadvertido.
- Asocia el nombre a alguna cosa: por ejemplo, el nombre Pedro podría hacerte imaginar una piedra o a otra persona con ese nombre, cualquier asociación hará que el nombre tenga un significado y aumentará las posibilidades de que lo recuerdes.
- Aprovecha tu memoria visual: para ver el nombre de una persona tienes que visualizar una imagen que sea representativa de alguna forma del nombre. Para Pedro podrías visualizar la piedra.
- Vincula la clave visual con un rasgo distintivo: por ejemplo si Pedro te impresiona por su nariz grande deberías tratar de grabar su imagen con una nariz de piedra.
- Recuerda más datos que el nombre, puedes enlazar conceptos como su deporte preferido y hasta el nombre de su esposa en una imagen que englobe todo y te facilite recordarlo.
Todo es cuestión de práctica, pero sus resultados serán fundamentales para ayudarte a construir mejores relaciones personales y de negocios. Ahora, ¡sal a conocer gente!
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