Leer es una de las habilidades más importantes que un niño jamás aprenderá. Créelo o no, tú puedes empezar cuando tu niño es aún muy pequeñito. Aquí hay algunas ideas fáciles para seguir.
Selecciona libros apropiados
Escoger libros apropiados es el primer paso para enseñarle a leer a tu niño. En librerías y bibliotecas podrás encontrar libros apropiados. A los niños de uno y dos años les gustan los libros con dibujos grandes y con muchos colores y es mejor aún, si estos tienen dibujos de objetos cotidianos y texto repetitivo. Asegúrate también de que tengan la cubierta y las páginas de cartón, de plástico, de tela o de algún otro material que no se rompa fácilmente. Algunos títulos apropiados son ¡Pío Pepe! de Alma Flor Ada, La Señora Lavandera de Joy Cowley, 5 monitos brincando en la cama de Eileen Christelow, ¿Eres tú mi mama? de P.D Eastman, o les recomiendo un libro mío,Rin, Rin,RIN,Do,Re, Mi. .
Sé consistente con la rutina de lectura
Si le lees a tu niño a menudo vas a ver cómo poco a poco estará más quietecito a tu lado. Como muchas otras cosas, en cuanto más lo hacemos, mejores resultados tenemos. Ten como prioridad leerle a tu niño cada día. La mejor hora para leerle es la hora de acostarse. Al ser consistente con la rutina de lectura, tu niño comenzará a interesarse más y más en los libros.
Actúa mientras lees
A un niño pequeño le encanta escuchar diferentes tonos de voz y ver expresiones en las caras de las personas. Cuando leas, pretende ser uno de los personajes cambiando la voz para intrigarlo y entretenerlo. Y si tu niño quiere leer el libro una y otra vez, ¡consiéntelo!
Habla de los dibujos
Habla con tu niño de los dibujos en el libro. Pídele que te nombre los objetos o lo que ve en el cuento. En la medida que tu niño va creciend,o pídele que te diga lo que está pasando o lo que va a suceder en el cuento. Si haces esto consistentemente, tu niño estará interesado en el cuento y pronto aprenderá que los dibujos también cuentan la historia.
Señala las palabras
Usa tu dedo para seguir las palabras para ayudar a que tu niño conecte las palabras con la lectura. Al hacer esto, también le estás mostrando destrezas básicas como dónde comenzar a leer un libro, cómo sujetar y cómo pasar las páginas.
¡Sé flexible!
Los niños pequeños aún no entienden que los libros se leen en el orden en que las páginas están enumeradas. Es común que se salten páginas o que comiencen al final del libro o que incluso lo sujeten al revés. No te preocupes; es parte del proceso de aprender a leer. Y si tu niño no te deja terminar el libro porque está cansado o aburrido, déjalo. Acuérdate que tu intención es crear en tu niño un interés por los libros.
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