domingo, 10 de marzo de 2013

AMOR PROPIO

Estés haciendo lo que estés haciendo, amate a ti mismo por hacerlo. Sea lo que sea que sientes, amate a ti mismo por sentirlo.”
~ Thaddeus Golas, autor y filósofo del siglo 20
¿Eres una persona amorosa? ¿Eres amable, simpático y alentador? Para la mayoría de nosotros, la respuesta a estas preguntas es sí, al menos hasta cierto punto.
Pero aquí está la verdadera prueba de fuego del amor incondicional: ¿Eres un persona que se ama a sí misma? ¿Eres amable, simpático, y alentador contigo mismo ? Lo más probable es que es más difícil de responder sí a estas preguntas.
Sin embargo, amarse a uno mismo es absolutamente vital. Los estudios demuestran que es la base del éxito, la felicidad y las relaciones sanas. Entonces, ¿cómo lo haces?
Es fácil amarte a ti mismo por tus “buenas” cualidades: tus talentos y éxitos. El truco está en aprender a amar a tus cualidades no tan perfectas. La forma más directa en que puedes amar lo difícil de amar en ti mismo es llevar el sentimiento de amor a lo que sea que estás sintiendo o experimentando – incluso un reto desagradable. Si estás teniendo dificultades para amarte a ti mismo, comienza por simplemente amar el hecho de que no puedes amarte a ti mismo en este momento.
Haz la prueba con este pequeño experimento: piensa en algo que realmente no te gusta de ti – tal vez estás demasiado gordo o demasiado delgado, no sabes llevar las cuentas en tu chequera… Ahora cierra los ojos, y recuerda un momento en que sentiste amor en tu corazón por alguien o algo. Observa si se siente un calor o expansión en el área de tu corazón. Ahora dirige ese mismo sentimiento de amor hacia ti mismo, tal y como eres, con defectos y todo.
Seamos claros aquí, yo no estoy pidiendo que ames a tu exceso de gordura o tu flaqueza o tu falta de habilidades en el departamento de la contabilidad del frijol. Lo que estoy sugiriendo es que envíes amor, compasión y comprensión a la persona que está experimentando el desafío ¡tú! Al hacer esto, probablemente sentirás un cambio físico en tu cuerpo – estarás más relajado e incluso puede que te encuentres sonriendo.
Cuando puedas amarte a ti mismo en cada situación, ya sea que estés teniendo éxito o no, si te sientes bien o mal, ya sea que estés disfrutando de la vida u odiándola – has llevado el amor al nivel incondicional.
Este acto pequeño puede tener efectos grandes y mensurables. Un equipo de investigadores británicos dirigidos por el doctor Paul Gilbert demostró que entrenar a las personas a ser amorosas y compasivas hacia todos los aspectos de sí mismos – incluso hacia su tendencia a la autocrítica – redujo significativamente el sufrimiento mental, la depresión, la ansiedad, la autocrítica, la vergüenza, inferioridad, y la conducta sumisa, y aumentó su capacidad de calmarse y tranquilizarse a sí mismos.
Hale Dwoskin, el autor de “El método Sedona”, y una de las 150 Luminarias de Amor a los que entrevisté para mi libro más reciente, “El amor sin motivo”, me dijo: “Lo que la mayoría de la gente llama amor propio – las afirmaciones positivas y el poner notas con una cara sonriente en el espejo – es sólo una manipulación. Es como pegar una capa delgada de emoción positiva por encima de los problemas. Si usted trata de cambiarlos de la simple manipulación, sólo crecen. Pero, si usted ama a todas sus cualidades como son, buenas y malas, es cuando realmente tiene el poder para cambiarlas.”
Cuando te conectas al amor incondicional en tu interior – lo que yo llamo “amor sin motivo”- el amor verdadero comienza a fluir.
Todos los días, hago una práctica muy simple de amor propio que me regresa a mi corazón y me recuerda a mí misma a tratarme con cuidado. Es especialmente útil cuando estoy teniendo un mal momento o me estoy criticando mucho o a los demás. Tú también puedes hacerlo.
A lo largo del día, pregúntate a ti mismo, ¿Cuál es la cosa más amorosa que puedo hacer por mí en este momento? ¿Cuál es la forma más amorosa que puedo estar conmigo en este momento? Y luego presta mucha atención a la respuesta.
A veces la respuesta es que necesitas tener más compasión por la parte de ti que siente dolor; en otras ocasiones es perdonarte a ti mismo por tus errores o ser más leve contigo mismo. También hay ocasiones en que lo más amoroso que puedes hacer por ti mismo es tomar un paseo o un baño caliente o llamar a un buen amigo para charlar un rato. Lo importante es hacer de las preguntas una parte de tu práctica diaria.
No creas que estás siendo egoísta ¡al contrario! Cuando te amas y cuidas de ti mismo, encontrarás, inevitablemente, que esto le ayuda a todos. ¿Y no es un mundo lleno de amor el tipo de mundo en el que todos queremos vivir?

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