Si deseamos conservar una actitud tranquila ante el fin de la vida terrenal y no angustiarnos ante algo inevitable, no debe olvidar que:
 | Conservar la fe en el futro es el mejor modo de no amedrentarse por la muerte. |
 | Vivir en paz con nosotros mismos y con los demás nos preparará para afrontar el fin de la existencia. |
 | Debemos concienciarnos de que la muerte es inevitablemente el fin de un proceso vital. |
 | Disfrutar cada momento y vivir en plenitud proporcionará la riqueza interior que nos permita creer que hemos aprovechado bien la vida. |
 | Resolver las posibles disputas con aquellos que nos rodean nos ayudará a mantener tranquila nuestra conciencia y a no hacernos recriminaciones. |
 | Considerar que la vida es un constante aprendizaje y un camino por el cual hay que ir avanzando nos ayudará a preservar nuestra riqueza espiritual. |
Con el objeto de superar lo que nos separa del mundo exterior y de no centrarnos exclusivamente en nuestras preocupaciones personales, debemos:
 | Saber que no somos perfectos y que tenemos mucho que aprender de otras personas. |
 | Recordar que no somos autosuficientes y que tampoco lo es ninguno de los seres que hay a nuestro alrededor. |
 | Convencernos de que la felicidad puede encontrarse en las actividades y sorpresas de la vida cotidiana, y que no puede comprarse. |
 | Considerar que lo que verdaderamente nos hace más dignos, más humanos, es nuestra capacidad de entrega y dedicación a quienes nos necesitan. |
 | Ser generosos, amables y tolerantes con cuantas personas encontremos al paso. |
 | Conservar la limpieza en la mirada y no mirar al resto de seres humanos con torcidas intenciones. |
 | Mantener la sencillez y la humildad que nos permite ser flexibles. |
 | Descubrir el valor de los placeres sencillos de la vida. |
 | Recordar que la riqueza personal no tiene relación con la económica y material. |
Para mantener las aspiraciones sin entregarse a un exceso de ambición conviene:
 | Comprometernos a mejorar día a día y a apostar por el éxito basado en el trabajo y el esfuerzo. |
 | Confiar en nuestras posibilidades de triunfo. |
 | Ser consciente de cuáles son nuestras virtudes para poder valernos al máximo de ellas. |
 | Perseguir el bienestar de quienes nos rodean. |
 | Renunciar al egoísmo, la vanidad y la ostentación. |
 | Recordar que la felicidad no puede comprarse, sino que debe descubrirse y cultivarse. |
Errores que nos alejan de la autenticidad
Entramos en discordia con nuestra autenticidad cada vez que:
 | Mentimos por miedo a reconocer un error o simplemente para justificarlo a ojos de los demás. |
 | Pensamos que las conductas mayoritarias o sociales son las óptimas e intentamos ceñirnos a ellas, aún en contra de nuestros ideales. |
 | No hacemos el esfuerzo de elaborar una «relación» de nuestros principios o valores personales. |
 | Exigimos a los demás más de lo que nos pedimos a nosotros mismos. |
 | Adoptamos un comportamiento hipócrita y presentamos tantas caras como sean necesarias para gustar a todo el mundo. |
Desarrollar la dignidad personal
 | Esforzarnos, día a día, por crecer interiormente y ser mejores personas. |
 | Confiar absolutamente en nuestra capacidad de progresar y de hacernos aún más dignos de aprecio y reconocimiento por parte de quienes habitualmente nos rodean. |
 | Intentar que los demás confíen también en sus propias posibilidades de mejorar y que se sientan dignos del máximo respeto. |
 | Respetar siempre a las personas, independientemente de que ellas mismas se respeten o no y de que su modo de actuar nos parezcan correcto. |
 | Convencernos de que nuestros pequeños errores a lo largo de la vida no nos convierten en personas indignas. |
Para evitar el narcisismo
Sí, como hemos visto, todo aquello que contribuye a incrementar nuestra sencillez y respeto a los demás incide de un modo positivo en el desarrollo de la elegancia personal, todo aquello que fomenta el «autobombo» o el narcisismo limita esa virtud. Por ese motivo siempre debemos evitar:
 | Llamar la atención allá donde vamos, con todo tipo de excentricidades. |
 | Alardear de nuestra posición social, nivel intelectual, situación económica… delante de personas que no se encuentran en las mismas condiciones. |
 | Poner en boca de terceros aquello que no nos atrevemos a decir personalmente. |
 | Dejar que los demás decidan por nosotros. |
 | Aparentar lo que no somos. |
 | Creer que lo único importante es gozar de fama y reconocimiento social. |
Si deseamos conservar la ilusión y el optimismo incluso en las situaciones más difíciles, no debemos olvidar las siguientes recomendaciones:
 | Mantener la confianza en nosotros mismos y en nuestras posibilidades. No se trata de caer en el narcisismo, sino de intentar anteponer nuestras virtudes a aquellas limitaciones que pudiesen afligirnos. |
 | Trabajar a diario por hacer realidad nuestros proyectos, sueños, etc., No podemos conformarnos con trabajar, comer y dormir, sino que debemos permitirnos hacer aquello que verdaderamente nos guste. |
 | Esforzarnos por ver siempre la parte positiva de las cosas pues, a menudo, la realidad tiene dos caras. |
 | Buscar aficiones que nos impidan caer en el aburrimiento y la monotonía. |
 | Intentar ser independiente y no ilusionarnos simplemente con los proyectos de los demás. Tomar iniciativas puede darnos gran seguridad en nosotros mismos y en nuestras posibilidades. |
Para alcanzar la inquietud intelectual
Existen infinidad de actividades que pueden ayudarnos a adquirir lo que podría denominarse «goce intelectual» y a beneficiarnos además de las virtudes y ventajas que esta inquietud puede aportarnos. Algunas de las «actitudes» que pueden ayudarnos a incrementar nuestro desarrollo intelectual son:
 | Afición a la lectura: No sólo de libros, sino de revistas, periódicos o informes que nos puedan ayudar a mantenernos a corriente de los temas de actualidad y de las principales problemáticas sociales. |
 | Participación en todo tipo de actividades culturales: La visita a exposiciones o museos, el teatro, las conferencias… pueden ser buenos motivos para adquirir conocimientos y para fomentar la amistad con personas de inquietudes similares a las nuestras. |
 | Interés y curiosidad por las más variadas temáticas: Mantener esta inquietud es la clave que nos animará a buscar toda la información posible sobre aquello que nos interese a través de actividades como las que acabamos de proponer o bien otras similares. |
 | Relación con personas de interés y gustos parecidos: Es un método eficaz para seguir ampliando conocimientos sobre aquello que nos interesa. |
Claves para estimular la humildad
Las claves para no caer en comportamientos que denoten falta de humildad o de modestia son:
 | Ser consciente de que se poseen virtudes, pero también defectos, y reconocerlos con total naturalidad sin menospreciarse por ello. |
 | Diferenciar una crítica constructiva de un ataque injustificado y no dejarse amedrentar por reproches sin fundamente. |
 | Saber qué lugar nos corresponde dentro de la familia, sociedad, etc., e intentar cumplir nuestra misión lo mejor posible sin pretender sustituir a otras personas. |
 | Intentar en todo momento mejorar y superarnos sin dejarnos abatir por las adversidades. |
 | Mostrar siempre nuestra auténtica cara sin máscaras ni disfraces. |
 | Ser laboriosos e insistentes en nuestro intento de mejorar y crecer. |
 | Amarnos a nosotros mismos y a quienes nos rodean para perdonarnos y perdonar los errores. |
 | Ser delicados y tiernos con el prójimo. |
 | Conservar la sencillez y accesibilidad que pueda ganarnos el respeto y cariño de quienes nos rodean. |
Errores que impiden progresar en el conocimiento El desarrollo del conocimiento y de la sabiduría exige mantener una mentalidad abierta que permita enriquecerse y nutrirse de las enseñanzas y experiencias personales, así como las de quienes nos rodean. Con este objetivo, debemos evitar:
 | Mantener una actitud hermética ante el mundo exterior, que impida descubrir cosas nuevas y ampliar conocimientos. |
 | Considerar que la actividad intelectual exige demasiado esfuerzo y tiempo. |
 | Aferrarse a las propias ideas sin dejar una puerta abierta al diálogo o al debate de las mismas. |
 | Tomar decisiones y posicionarse antes de informarse todo lo posible sobre un asunto. |
 | Dejar que sean otros quienes tomen las decisiones para no cometer errores. |
Cómo prepararse para superar la adversidad Uno de los secretos para superar las adversidades consiste en disponer de la actitud mental adecuada. Debemos llenar nuestra mente de imágenes positivas y apartar de ella el miedo al fracaso, el temor al futuro y los remordimientos. Para ello, debemos adoptar frases esperanzadoras como las siguientes:
 | El hecho de que en este momento no vea una solución no significa que no existe. |
 | No tengo ningún motivo para suponer que las cosas van a salir mal. |
 | Si conservo la calma y la esperanza tengo más posibilidades de que todo se desarrolle como espero. |
 | Si no consigo lo que pretendo no será por culpa mía, a veces las circunstancias no son las adecuadas. |
 | Los pequeños problemas cotidianos no deben empañarme el resto de satisfacciones de la jornada. |
 | Lo verdaderamente importante no es alcanzar el objetivo, sino emplear todas las fuerzas en hacerlo. |
 | Debo confiar plenamente en el éxito, sólo así tendré la actitud adecuada para alcanzarlo. |
 | El hecho de que en una ocasión algo saliese mal no significa que las cosas siempre vayan a ser de ese modo. |
Con objeto de que los niños valoren la importancia de conservar la delicadeza, la ternura y la comprensión en el trato con los demás, es vital:
 | Enseñar con el ejemplo que la delicadeza constituye el mejor modo de ganarse el aprecio, la amistad y el amor de quienes nos rodean. |
 | Alentar el respeto al prójimo y, en particular, a las personas ancianas o especialmente vulnerables. |
 | Inculcar la idea de que la crispación y la violencia no están justificadas en ningún caso y no contribuyen a resolver los problemas. |
 | Argumentar que la ternura es una muestra de madurez, autocontrol y fortaleza, mientras que la cólera oculta una enorme inseguridad y temor. |
 | Recordar que si tratamos con ternura y comprensión a quienes nos rodean, también ellos respetarán y aceptarán nuestras opiniones y comportamientos. |
 | Insistir en que es mejor callar antes que pronunciar una frase insultante o un gesto irrespetuoso. |
 | Inclinarse por la comprensión y la tolerancia como actitudes para garantizar la convivencia pacífica. |
Formarse en el sentido de urbanidad
 | Ser tolerante en nuestros pensamientos y juicios sobre otras personas. |
 | Recordar que nuestras opiniones y conductas no son las únicas que pueden defenderse. |
 | Tener presente que el uso de la libertad no puede justificar comportamientos insolidarios, ofensivos o ultrajantes hacia otras personas. |
 | Inculcar a los más pequeños que el respeto a los demás y al entorno natural son valores fundamentales que deben desarrollar. |
 | Conciliarnos de que el diálogo y el uso de la razón son mejores armas de persuasión que el empleo de la fuerza. |
 | Recordar que somos parte integrante de la naturaleza y que debemos esforzarnos por conservar y respetar nuestro hábitat. |
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