domingo, 24 de julio de 2011

EL HOMBRE Y LOS PAJAROS


Había una vez un agricultor escéptico.

Cierta noche fría de invierno el hombre oyó un golpeteo irregular contra la puerta. Fue hacia una ventana y vio cómo varios pequeños gorriones ateridos, atraídos por el evidente calor que había dentro de la casa, se golpeaban contra el vidrio de la puerta.

Conmovido, el agricultor se abrigó bien y cruzó el patio cubierto de nieve para
Abrir la puerta del granero para que los pobres pájaros pudieran entrar. Prendió
Las luces y echó algo de heno en un rincón. Pero los gorriones, que se habían dispersado en todas direcciones cuando él salió de la casa, se ocultaban en la oscuridad, temerosos.

El hombre intentó varias cosas para hacerlos entrar en el granero. Hizo un caminito de migas de pan para guiarlos. Dio vuelta por detrás de donde estaban Los pájaros para ver si los podía espantar en dirección al granero. Nada dio el Resultado esperado. Él, una enorme criatura extraña, los aterrorizaba; los pájaros No podían entender que él estaba tratando de ayudarles.

El hombre de campo se retiró a su casa y observó a los condenados gorriones a Través de su ventana. Mientras los observaba, un pensamiento le llegó de repente: ¡SI tan sólo pudiera convertirme en un pájaro, ser uno de ellos por un momento!

Entonces no los asustaría. Les podria mostrar el rumbo hacia el calor y la seguridad.

Y casi al mismo tiempo, otro pensamiento le golpeó con gran fuerza. Entendió la Razón por la que Jesús había nacido.

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