Alguna vez te lo has preguntado? ¿Qué crees que influye al momento de caer rendidas al amor? Al parecer no son las rosas ni los chocolates ni los poemas, es algo mucho más científico. Los genes serían los responsables de nuestros enamoramientos. Veamos por qué.
¿Alguna vez te lo has preguntado? ¿Qué crees que influye al momento de caer rendidas al amor? Al parecer no son las rosas ni los chocolates ni los poemas, es algo mucho más científico. Los genes serían los responsables de nuestros enamoramientos. Veamos por qué.
Para algunos investigadores de la Universidad de California el amor y la pasión han estado presentes desde el inicio de los tiempos. El amor es una característica de los humanos como la compasión o la vergüenza; en ninguna población humana ha estado ausente y eso nos daría la pauta para pensar que es algo universal. Ya desde nuestros más antiguos predecesores el amor fue la razón para unirse, para sobrevivir, para procrearnos. Hoy en día la necesidad del amor quizás no sea tan básica, pero seguimos acudiendo a él. El querer estar con alguien y que el sentimiento sea recíproco es lo que nos define y atraviesa generaciones y culturas.
Las personas gastamos muchísimo tiempo y energía en nuestro objeto de deseo, imaginando como nos encontraremos con él, soñamos situaciones compartidas. ¿Por qué el amor nos hace actuar de esta manera? El amor pasional es normal en las primeras etapas de una relación, es positivo y es típicamente romántico. Pero igualmente, y como todo, en algunos casos, puede bordear la obsesión y llevar al acoso.
Al momento de elegir a nuestra pareja, hombres y mujeres buscamos que esta persona sea agradable, que posea sentido del humor y que, también, haya atracción mutua. Pero los hombres buscan, en relaciones estables, la atracción física mientras que las mujeres ponen más énfasis en la características de adquisición de recursos. Esto se remonta a tiempos antiguos, en donde los hombres buscaban a una mujer con curvas, bien femenina, lo que indicaría una elección de pareja saludable para tener hijos. Las mujeres, en cambio, buscaban proveedores para establecer un compromiso.
Pero ¿el amor es para siempre? Eso es algo que los investigadores y científicos todavía no han podido determinar. Algunos indican que en la etapa de amor pasional nos cegamos tanto que nos cerramos a otros individuos. Esto fomentaría la idea de la monogamia. Pero, siempre hay un pero, hay otras investigaciones que dicen que los seres humanos buscamos siempre oportunidades para explorar en relaciones extramatrimoniales, lo que tira por tierra la teoría monogámica.
Sea como fuera, todos nos encontramos a la merced del amor y, sea emocional o genético, no nos queda otra que entregarnos y disfrutarlo. ¿No lo crees?