DESCUBREN CÓMO LA RED NEURAL REFLEJA EL MUNDO, LA AUTOIMAGEN Y LA MENTE DE LOS DEMÁS
LA NEUROCIENCIA ofrece un conocimiento de los PROCESOS NEURALES que producen la actividad psíquica que “soporta” el comportamiento,  no sólo animal sino también humano. La idea filosófica del hombre, y  por tanto también la humanista y religiosa, no puede hoy ignorar la idea  neural del hombre. Sin embargo, la imagen de la neurología clásica  recibe hoy una nueva luz tras el descubrimiento de las “NEURONAS ESPEJO”, que son el mecanismo esencial para comprender las intenciones de otros, para desarrollar una TEORÍA DE LA MENTE y, por ende, para capacitarnos para la vida social. Las NEURONAS ESPEJO aportan nueva luz para entender cómo la RED  NEURONAL “refleja” el mundo, la autoimagen y la imagen de la mente de los otros en la producción evolutiva de un comportamiento social. Las “NEURONAS ESPEJO”  se abordan en este artículo con motivo de la sesión del seminario de la  Cátedra CTR, el 19 de abril de 2007, en la que el profesor Emilio  García hablará de las REDES NEURALES Y LA MODULARIDAD DE LA MENTE.  Por Lydia Feito.
LA ACTIVIDAD PSÍQUICA es el fundamento que permite la realización del hombre como persona. Las  sensaciones y percepciones, la conciencia, el conocimiento, la memoria,  las emociones, el lenguaje, la autoimagen y nuestra condición de  sujetos psíquicos, el pensamiento, los planes de acción y el sentido de  la vida, la identidad personal y social, todo lo que somos como  personas, nuestra vida y comportamiento, DEPENDEN DE LAS REDES NEURALES: del SISTEMA  DE LOS SENTIDOS Y DE LOS DIFERENTES MÓDULOS CEREBRALES, DEL CEREBRO  ANTIGUO Y MODERNO, QUE ACTUANDO COMO SISTEMA INTEGRADO, HOLÍSTICO,  PRODUCEN TODAS LAS FUNCIONES PSÍQUICAS.
Hoy en día el descubrimiento de las llamadas “NEURONAS ESPEJO” constituye un factor importante que permitirá aportar nueva luz para entender cómo la RED NEURONAL “REFLEJA” el mundo, la autoimagen y la imagen de la mente de los otros en la producción evolutiva de un comportamiento social.
INVESTIGACIÓN EN ALZA
La investigación sobre los CORRELATOS NEURALES DE LAS CONDUCTAS Y DE LAS EMOCIONES  es un campo de investigación en alza, que se acerca también al campo de  la neurociencia cognitiva social. De hecho, R. Adolphs considera que la  neurociencia ofrece una vía de conciliación entre las aproximaciones  biológicas y psicológicas al comportamiento social. LA  COGNICIÓN SOCIAL,  desde esta perspectiva neurocientífica, se define como la capacidad  para construir representaciones de las relaciones entre uno mismo y los  otros, y para usar estas representaciones de modo flexible para guiar el  COMPORTAMIENTO SOCIAL.
Apunta  no sólo a los elementos “racionales” sino también, y de modo creciente,  a las emociones, a las formas de percepción de las normas sociales –por  ejemplo, se estudia la capacidad de reconocimiento de expresiones  faciales—, también estudia LA  TEORÍA DE LA MENTE (mentalización)  como clave de la interacción social. La teoría de la mente (ToM, theory  of mind) o “mentalización” se refiere a los correlatos neurales de la  capacidad de explicar y predecir el comportamiento de otras personas,  atribuyéndoles estados mentales independientes.
LOS ESTUDIOS DE NEUROIMAGEN  han ido mostrando la existencia de un sistema neural distribuido que  subyace a ToM. Dicho sistema implica varias áreas cerebrales:  principalmente el surco temporal superior –que sería responsable de la  detección del agente que actúa y de LOS ESTÍMULOS PROVENIENTES DEL MOVIMIENTO BIOLÓGICO DE OTRA PERSONA—,  los polos temporales –que están asociados con procesos mnemónicos,  aportando un contexto semántico y episódico a los estímulos que se están  procesando— y la corteza prefrontal medial –que analiza los estímulos y  produce una representación de los estados mentales propios y ajenos—.  De modo menos importante también parecen estar implicadas la amígdala y  la corteza órbitofrontal.
No obstante, las investigaciones relacionadas con las llamadas NEURONAS ESPEJO  (MNS, mirror neuron system) van aportando, día a día, nuevos datos que  obligan a revisar y ampliar estas descripciones. Las neuronas espejo son  un tipo especial de neuronas que se activan cuando un individuo realiza  una acción y también cuando observa una acción similar llevada a cabo  por otro individuo.
PROYECCIÓN FILOSÓFICA DE LA NEUROCIENCIA
Todas  estas investigaciones neurocientíficas dan lugar a otro frente de  reflexión de enorme importancia por sus implicaciones filosóficas: cómo  se alteran conceptos tales como la voluntad, la libertad o la identidad,  al encontrar los SUSTRATOS NEURALES DE NUESTRAS CONDUCTAS E INCLUSO DE NUESTROS PENSAMIENTOS.
Esta cuestión remite a la clásica discusión sobre MENTE-CEREBRO, si bien con un planteamiento basado en las NEUROCIENCIAS,  que aporta una luz novedosa y que nos obliga a matizar muchas  afirmaciones hechas en el pasado. El riesgo de un cierto determinismo  reduccionista en la explicación del ser humano, por un excesivo apego a  los datos científicos, está en la mente de muchos.
Será  necesario, y cada vez más, analizar las implicaciones que tiene el  hecho de que la neuroimagen, más que cualquier otra técnica de INVESTIGACIÓN CEREBRAL, indique, como afirma M.J. Farah, que «importantes  aspectos de nuestra individualidad, incluyendo algunos de los rasgos  psicológicos que nos importan a la mayoría como personas, tienen  correlatos físicos en la función cerebral.»
Esto tiene que ver, por ejemplo, con la investigación sobre los CORRELATOS NEURALES DE LA CONCIENCIA,  o con la más polémica relación entre experiencia religiosa y cerebro,  establecida a partir de los estudios con pacientes que padecían  epilepsia del lóbulo temporal, y que en ocasiones mostraban intensos  sentimientos religiosos durante las crisis.
LAS NEURONAS ESPEJO
G. RIZZOLATTI.
SOMOS CRIATURAS SOCIALES.  Nuestra supervivencia depende de entender las acciones, intenciones y  emociones de los demás. Las neuronas espejo nos permiten entender la  mente de los demás, no sólo a través de un razonamiento conceptual sino  mediante la simulación directa. Sintiendo, no pensando. 
Hasta hace poco tiempo, la atribución de significado a las acciones observadas en otros individuos se explicaba a partir de complejos mecanismos relacionados con la memoria, las experiencias previas y los procesos de razonamiento. Sin embargo, con el descubrimiento de las denominadas “NEURONAS ESPEJO”, es  posible explicar de un modo más sencillo esa situación tan habitual  para todos de comprender inmediatamente lo que otro individuo está  haciendo. Entender las acciones y las intenciones es una tarea que,  aunque en ocasiones requiera de procesos más elaborados, se realiza de  modo más directo y simple por medio de las NEURONAS ESPEJO.
Estas  neuronas fueron descubiertas por el equipo de G. Rizzolatti en la  década de los años noventa del siglo XX. Observaron cómo ciertas  neuronas del cerebro del mono (macaco) se activaban no sólo cuando el  individuo realizaba acciones motoras dirigidas a una meta, sino,  sorprendentemente, también cuando dicho individuo meramente observaba  cómo alguien (otro mono, o un humano) realizaba la misma acción. En la  medida en que ESTE CONJUNTO DE  CÉLULAS PARECÍA “REFLEJAR” LAS ACCIONES DE OTRO EN EL CEREBRO DEL  OBSERVADOR, RECIBIERON EL NOMBRE DE NEURONAS ESPEJO.
Este  descubrimiento que, como en tantas ocasiones en la historia de la  ciencia, fue por azar, se ratificó posteriormente con experimentos  específicamente diseñados para observar si las NEURONAS ESPEJO  se activaban ante la observación de acciones (y no sólo durante su  ejecución), y si estaban implicadas en la comprensión de las acciones  (activándose cuando el mono no podía ver la acción realmente, pero tenía  suficientes datos para producir una representación mental de la misma,  es decir, cuando podía imaginarla).
NEURONAS ESPEJO EN EL CEREBRO HUMANO
La  confirmación de esta actividad de las neuronas espejo llevó a  preguntarse si este mismo sistema existía también en los seres humanos,  lo cual se ha demostrado a partir de numerosos experimentos en los que  han sido de incalculable ayuda las técnicas de neuroimagen.
Los conjuntos de NEURONAS ESPEJO  parecen codificar plantillas para acciones específicas, lo cual permite  a un individuo no sólo llevar a cabo acciones motoras sin pensar en  ellas, sino también comprender las acciones observadas, sin necesidad de razonamiento alguno.
Dicho  de modo más sencillo: si hasta ahora considerábamos que el movimiento,  por ejemplo de una mano, era el resultado de un proceso mental en el  que, analizadas por el cerebro las percepciones y datos sensoriales, se  emitía una respuesta adecuada (que, en el caso de acciones intencionales  complejas, requeriría de unas capacidades cognitivas realizadas por  regiones especializadas para ello), y que la zona motora del cerebro era  la encargada de ejecutar dicha respuesta en forma de movimiento, ahora  parece ser que el sistema motor es mucho más complejo, y puede ser EL SUSTRATO NEURAL DE PROCESOS ATRIBUIDOS AL SISTEMA COGNITIVO.
Esto  tiene dos importantes consecuencias: por una parte, obliga a revisar lo  que hasta este momento se ha venido afirmando respecto a las regiones  motoras del cerebro (el sistema motor no puede ser ya concebido como un  mero “ejecutor pasivo” de órdenes emitidas por otra región cerebral,  parece tratarse más bien de un complejo entramado de zonas corticales  diferenciadas, capaces de realizar las funciones sensoriomotoras que  parecerían propias de un sistema cognitivo superior) y por otro lado,  supone un importante reto para nuestras convicciones filosóficas acerca  de la importancia de la comprensión consciente de los actos humanos.
La  importancia de estos descubrimientos es de tal categoría que un  prestigioso investigador como V.S. Ramachandran no tiene ningún reparo  en afirmar que «las  neuronas espejo harán por la psicología lo que el ADN hizo por la  biología: proporcionarán un marco unificador y ayudarán a explicar una  multitud de capacidades mentales que hasta ahora han permanecido  misteriosas e inaccesibles a los experimentos». Y, por  cierto, el mismo autor afirma que no se ha divulgado suficientemente  este enorme salto científico, y que esta frase suya tan llamativa sobre  la relevancia de las neuronas espejo ¡es más famosa que el  descubrimiento de Rizzolatti y otros investigadores!
COMPRENDER A LOS OTROS
Las  investigaciones de G. Rizzolatti, V. Gallasse, M. Iacoboni, L.M.  Oberman, V.S. Ramachandran y otros muchos permiten afirmar que existe un  vínculo entre la organización motora de las acciones intencionales y la  capacidad de comprender las intenciones de otros. Esto supone la  disolución de la barrera entre uno mismo y los otros, y es fácil  comprender la ventaja que implica desde el punto de vista de la  supervivencia. La comprensión de las intenciones y las emociones de  otros es esencial para la  VIDA SOCIAL Y EL FUNDAMENTO DE LOS COMPORTAMIENTOS MORALES.
Ramachandran llama a las neuronas espejo “NEURONAS DE LA EMPATÍA” por  ser las implicadas en la comprensión de las emociones de los otros. De  algún modo, si la observación de una acción llevada a cabo por otro  individuo activa las neuronas que permitirían al observador realizar la  misma acción, estaríamos ante una suerte de “LECTURA DE LA MENTE”.
LAS NEURONAS ESPEJO  del observador actúan como un sistema que permite la comprensión de las  acciones y por tanto la empatía, la imitación, y la teoría de la mente.  Incluso se ha sugerido que el sistema de NEURONAS ESPEJO sería el mecanismo neural básico para el desarrollo del lenguaje. Rasgos todos ellos de capacidades relevantes para la hominización, desde un punto de vista evolutivo.
Un  elemento esencial de todas estas hipótesis radica en la introducción de  la intención en la comprensión de la acción. Los primeros estudios  planteaban la función de las NEURONAS ESPEJO para  entender la acción (el “qué” de la acción), sin embargo, lo más  interesante está en la comprensión de la intención de dicha acción (el  “por qué”) sin la cual no sería más que un mero reflejo, como el nombre  venía a indicar (neuronas espejo).
Determinar  por qué se ejecuta una acción es básico para su comprensión real, y  tiene que ver con detectar la meta u objetivo de dicha acción. Para  estudiar este tipo de cuestiones se han llevado a cabo estudios con  resonancia magnética funcional, analizando las respuestas de los  observadores a acciones con y sin contexto que les diera sentido.
MECANISMO DE SIMULACIÓN INCORPORADO
Los  resultados muestran la activación de ciertos grupos de neuronas sólo  cuando los actos motores se incrustan en acciones que tienden a una  meta. V. Gallese habla de un “MECANISMO DE SIMULACIÓN INCORPORADO”  cuya activación da lugar a la adscripción de intenciones, proceso que  se daría siempre por defecto. La predicción de la acción y la  adscripción de intenciones serían así fenómenos relacionados, con un  mismo mecanismo funcional (la simulación incorporada).
Cada  investigador utiliza terminología diferente, lo cual complica un tanto  la comprensión de estos estudios. Sin embargo, hay un acuerdo bastante  generalizado acerca de que la comprensión de las acciones humanas tiene  que ver con la capacidad de simular las acciones observadas en otros (es  decir, que el observador represente los estados internos de otros  individuos con su propio sistema motor, cognitivo y emocional). Esta  simulación posibilita una comprensión de los otros humanos que permite  percibirlos como semejantes, una “MULTIPLICIDAD COMPARTIDA DE INTERSUBJETIVIDAD” como lo llama V. Gallese, esto es, permite la atribución de una mente.
LA ATRIBUCIÓN DE PENSAMIENTOS E INTENCIONES A OTROS, lo que se denomina teoría de la mente, ha sido objeto de estudio conforme a dos hipótesis en pugna:
(1) LA  TEORÍA-TEORÍA,  que, apoyándose en estudios de comportamiento, propone que los  individuos desarrollan una ToM en los primeros años de vida probando  reglas dadas relativas a las funciones de los objetos y organismos con  los que interactúan, y generando cognitivamente una teoría acerca de lo  que los otros piensan.
(2) Y LA TEORÍA DE LA SIMULACIÓN  que, como se ha señalado, propone que la  ToM es un desarrollo de la  capacidad de interpretar las acciones de otros a través de la simulación  (o representación). Esta segunda hipótesis parece más sólida, en la  medida en que los estudios van mostrando que las neuronas espejo están  implicadas en esta comprensión de las intenciones, en la imitación, en  la empatía, y, por tanto, son la clave del comportamiento social de los  individuos.
AUTISMO Y NEURONAS ESPEJO
Buena  parte de las investigaciones afirman, en la misma línea, que una  deficiencia en ToM y en la capacidad de empatía sería la explicación más  plausible para el autismo. Hace tiempo que se sabe que existe un  componente del electroencefalograma (EEG), la onda mu, que se bloquea  cuando una persona hace un movimiento muscular voluntario.
Este  componente también se bloquea cuando una persona ve a alguien realizar  la misma acción, lo cual ha dado lugar a que Ramachandran y Altschuler  sugieran que la supresión de la onda mu serviría para disponer de una  prueba sencilla y no invasiva para monitorizar la actividad de las  neuronas espejo. En los niños con autismo se observa que la supresión de  la onda mu sí se produce cuando realizan un movimiento voluntario, pero  no cuando observan a alguien realizar la acción, de lo cual se deduce  que el sistema motor está intacto, pero no así el sistema de neuronas  espejo.
Estos  hallazgos se han comprobado también con otras técnicas como la  magnetoencefalografía, la resonancia magnética funcional o la  estimulación magnética transcraneal. En todos los casos se muestra que  en el autismo existe una disfunción de las neuronas espejo. Esto  explicaría la mayoría de los síntomas del trastorno autista: falta de  habilidades sociales, ausencia de empatía, déficits de lenguaje,  imitación pobre, dificultad para comprender las metáforas, etc.
Todo  esto nos hace pensar que las neuronas espejo son el mecanismo esencial  para comprender las intenciones de otros, para desarrollar una teoría de  la mente y, por ende, para capacitarnos para la vida social. Como  indicaba V.S. Ramachandran, las neuronas espejo suponen la disolución de  la barrera entre yo y los otros. LA  CAPACIDAD DE  ADOPTAR EL PUNTO DE VISTA DE OTRO SUPONE, ENTRE OTRAS COSAS, LA  POSIBILIDAD DE UNA IMITACIÓN INTENCIONAL Y, POR TANTO, DE UN APRENDIZAJE  BASADO EN LA IMITACIÓN.
Este  elemento tiene importantes consecuencias desde el punto de vista  evolutivo, lo cual, además, según este autor, permite afirmar que el  sistema de las neuronas espejo marca un antes y un después en el debate  entre naturaleza y cultura.
La naturaleza humana depende de modo crucial de la CAPACIDAD DE APRENDIZAJE FACILITADA,  al menos parcialmente, por este sistema. Gracias a él el cerebro humano  se especializó para la cultura y se convirtió en el órgano por  excelencia de la diversidad cultural. O, lo que es lo mismo, es lo que  nos permite ser esencialmente humanos.
Incluso el rasgo que constituye la QUINTAESENCIA DE LO HUMANO,  nuestra propensión a la metáfora, puede estar basada parcialmente en la  clase de cruces de dominios de abstracción que median las neuronas  espejo; (…) Esto explicaría  por qué cualquier mono podría alcanzar el cacahuete, PERO SÓLO UN  HUMANO, CON UN SISTEMA DE NEURONAS ESPEJO ADECUADAMENTE DESARROLLADO,  PUEDE ALCANZAR LAS ESTRELLAS.


 
 

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