SI ES POR AMOR

Introducción

• Estudios afirman que el sentimiento eufórico de estar enamorados tiene una expectativa de vida de dos años.
• Cuando este sentimiento se desvanece, las diferencias se hacen reales.
• A algunas de ellas las llegamos a ver como ventajas
• Cuando las diferencias se pueden ver como ventajas y los esposos trabajan juntos en armonía, la vida es bella.

“Somos el uno para el otro”
“Hacemos un equipo perfecto”
“La vida nos sonríe”
“Me alegro de haberme casado contigo”

Conflictos no-resueltos

• Pero otras diferencias se pueden convertir en causa de distanciamiento.
• A veces las diferencias dan lugar a discusiones entre los esposos.
• ¿Logran algo las discusiones?
• Aumenta la distancia emocional entre esposos.
• Se ven uno al otro como enemigos.
• Estimula sentimientos negativos

Se instalan preguntas angustiosas:

• “No puedo creer las cosas que dijo”
• “¿Cómo puede ser tan cruel?”
• “¿Qué pasó con nuestro amor?”
• “¿Me casé con la persona equivocada?”

- Cuando los conflictos no se resuelven, se mantiene una barrera emocional entre la pareja.
- Afectando la manera en que se desarrolla la relación.

¿Se puede sacar algo positivo de las discusiones?

• Mucho, pero lamentablemente muchas cosas negativas.
• Quizás lo único positivo es que es posible identificar el “punto de conflicto en el matrimonio”.
• Las discusiones nunca resuelven nada; solo manifiestan los conflictos.
• Una vez revelado el conflicto, la pareja debe encontrar una manera de resolverlo sin discutir.

¿Por qué es importante resolver los conflictos?

• Todos los seres humanos somos diferentes.
• Y es justamente por esas diferencias que surgen nuestros conflictos.
• Cuando los conflictos no se resuelven se convierten en barreras para la armonía.
• La vida se vuelve un campo de batalla y esposos y esposas se vuelven enemigos.

¿Por qué es tan importante resolver conflictos?

• Porque pueden degenerar en desunión y separación.
• 5 de cada 10 parejas que se casan terminan en separaciones o divorcios.

Malaquías 2.16

• Los conflictos no son necesariamente malos, pero si inevitables en todo matrimonio.
• En el matrimonio el objetivo no es librarse de los conflictos, sino resolverlos en forma adecuada.
• Cuando las parejas aprendemos a resolver los conflictos, cuando nos esforzamos juntos por entendernos, animarnos y apoyarnos uno al otro, el matrimonio se vuelve hermoso.
• Se hace realidad lo que dice la Escritura: “Más valen dos que uno”
• La habilidad para resolver los conflictos no viene simplemente con el paso del tiempo.
• La buena noticia es que cualquier pareja puede aprender a resolver los conflictos.
• No digo que será fácil, pero sí se puede con la ayuda de Dios y la recompensa es increíble.

Todo depende de la actitud

• Con frecuencia la diferencia entre resolver conflictos y discutir es la actitud.
• ¿Por qué discuten las personas?
• En pocas palabras por la falta de flexibilidad.
• Adoptamos una actitud rígida y nos mantenemos en nuestra posición.
• En esencia estamos diciendo: “Mi manera es la correcta y si no lo haces a mi manera, te haré la vida desgraciada”
• Esta es la actitud de un discutidor, una persona que insiste en salirse con la suya.
• Los solucionadores de conflictos tienen una actitud diferente.
• En efecto, dicen: “Estoy seguro que podemos encontrar una manera de hacer lo que sea positiva para ambos. Pensemos en algo juntos”
• Loc conyuges que adoptan esta actitud están apostando a una solución donde ambos ganan.

Tres actitudes que pueden hacer una gran diferencia cuando se presenta un conflicto:

• Una Actitud de Respeto
• Una Actitud de Amor.
• Una Actitud de Compañerismo.
  
  

• Respeto mutuo, es algo que Dios espera de ambas partes.
• Encontrar una solución ganadora comienza por elegir creer que dicha solución es posible y que usted y su pareja tienen la capacidad para lograrlo.
• Comienza cuando uno reconoce que está casado con otro ser humano creado a la imagen de Dios y que por lo tanto, es alguien de inmenso valor.
• Comienza cuando se elige tratar a la pareja como una persona valiosa.
• Comenzar con una actitud de respeto predispone a la pareja a encontrar una solucion al conflicto en lugar de humillarse el uno al otro con argumentos condenatorios.
• Reconocemos que todos los seres humanos somos unicos y que nuestras diferencias no disminuyen nuestro valor.
• Por eso, elegimos tratar a nuestra pareja con dignidad y respeto.
• Eso significa que no convencer a nuestra pareja para que sea como nosotros, ni para que esté de acuerdo con todas nuestras opiniones.
• Le daremos la libertad de pensar y de sentir de manera diferente, respetando siempre sus ideas y sus sentimientos.
• Cuando elegimos tener una actitud de respeto hacia nuestro conyuge, tenemos menos probabilidades de terminar expresando palabras duras, crueles y condenatorias.

¿Cómo pasamos del modo “ataque” al modo “búsqueda de solución”?

• Solo cuando sinceramente expresamos respeto por la ideas del conyuge, es que podemos pasar de estar en un modo de ataque a un modo de busqueda de solucion.
• Una pareja que continuamente desprecia las ideas del otro y lo juzga como de menor valor, difícilmente encontrará una solución satisfactoria.
• Pero cuando ambos eligen tener una actitud de respeto por las ideas del otro, aunque no esten de acuerdo con ellas, se genera un clima en el que pueden buscar una solucion juntos.

• Jesús los amó hasta el final, este es el ejemplo del tipo de amor que necesitamos tener.
• Otra característica de los “solucionadores” de conflictos es que eligen tener una actitud de amor.
• Una esposa lo expresó así: “Estoy comprometida con el bienestar de mi esposo. Quiero hacer todo lo posible para enriquecer su vida y ayudarlo a lograr sus objetivos”.
• Si su esposo tiene la misma actitud hacia ella, entonces encontrarán juntos la solución de sus conflictos que será de mutuo beneficio.
• El egoísmo es lo opuesto al amor. Las personas egoístas procuran imponer su voluntad sobre los otros.
• Lo que les importa es “salirse con la suya”, mientras que los que se aman procuran hacer aquellas cosas que realmente benefician a su conyuge.
• El amor no pretende “salirse con la suya” sino que busca siempre el bienestar del ser amado.
• Es una actitud de amor la que nos impulsa a la solucion de los conflictos. La actitud de exigir hacer las cosas a nuestra manera solo conduce a la discusión.

• En el mundo de los deportes el éxito depende del trabajo en equipo.
• Tanto en el futbol, como en el basketbol, cada miembro del equipo tiene una tarea específica.
• Cuando los miembros de un equipo coordinan sus esfuerzos, es más probable que logren sus objetivos. El matrimonio es un equipo de dos: un hombre y una mujer.
• Desde una perspectiva cristiana, el proposito del matrimonio es llevar una vida juntos para la gloria de Dios.
• El matrimonio no tiene que ver con “yo y mi felicidad”.
• El matrimonio tiene que ver con dos personas que descubren y cumplen el plan de Dios para sus vidas.
• Un esposo y una esposa aportan una variedad de habilidades a su matrimonio.
• Cuando se ven como compañeros de equipo, comprenden que el plan de juego no es competir  el uno con el otro, sino cooperar entre sí.
• Es esta actitud de compañerismo la que crea un clima en el que se puede resolver los conflictos.
• Los conflictos son inevitables, pero si una pareja está comprometida a trabajar como un equipo, puede atacar el problema en lugar de atacarse uno al otro.
• Una actitud de compañerismo dice: “No permitiremos que esto nos derrote. Encontraremos una respuesta”

Resumen.

1. Es una actitud de respeto, amor y compañerismo la que conduce a la resolución de conflictos.
2. La buena noticia para todos nosotros es que podemos elegir tener estas actitudes cada día.
3. Desgraciadamente tendemos a optar por el egoísmo, que nos lleva a decir: “Mi manera es la correcta”
4. Todos somos egocentrícos por naturaleza y por eso son tan comunes las discusiones en el matrimonio.
5. Sin embargo, con la ayuda de Dios, podemos elegir una actitud de respeto, amor y compañerismo.

Declaraciones que podemos poner en marcha en nuestras relaciones y que nos ayudarán a mejorar nuestra actitud al momento de resolver nuestros conflictos:

• Elijo respetar las ideas de mi conyuge, incluso si no estoy de acuerdo con ellas.
• Elijo amar a mi conyuge y hacer todo lo que pueda para ayudarlo(a) hoy.
• Elijo creer que mi conyuge y yo somos compañeros de equipo y que con la ayuda de Dios podemos encontrar las soluciones a nuestros conflictos.