El amor por los animales, el arma más poderosa del ser humano
Cualquiera que tenga en su casa perro, gato o cualquier tipo 
de mascota sabe del importante papel que el animal desempeña en la 
familia, pero seguramente no sabe que la relación del ser humano con los
 animales jugó un papel determinante incluso en la propia evolución de 
la especie, y que nuestra empatía y nuestro lenguaje no serían los 
mismos sin ellos.  
tal y como demuestra la paleontóloga Pat Shipman en su último libro, La conexión animal,
 el vínculo con los animales jugó un papel esencial y beneficioso en la 
evolución humana en los últimos 2,6 millones años. Según su teoría los 
homínidos primigenios tuvieron que aprender a ponerse en el lugar de los animales
 para evitar ser atacados por ellos o bien para cazarlos, lo que provocó
 el desarrollo de la empatía en el cerebro y las emociones humanas. 
Con
 el tiempo, explica Shipman, el volumen de información sobre los 
animales aumentó, los beneficios evolutivos de la comunicación de este 
conocimiento a otros también, y el lenguaje evolucionó como un medio 
externo de la manipulación y transmisión de información a través de 
símbolos. “Aunque no podemos descubrir el uso más temprano del lenguaje 
mismo, podemos aprender algo de los primeros artes prehistóricos con 
contenido inequívoco. Casi todas estas obras de arte representan a los 
animales”, asegura.
Tras acumular una gran cantidad de información acerca de los animales el hombre comenzó a domesticarlos (hace unos 32.000 años) con fines muy variados:
 “Ofrecían inmensos recursos renovables para tareas como el seguimiento 
de juego, la destrucción de los roedores, la protección de familiares y 
bienes, prestación de lana para el calor, el transporte de seres humanos
 y mercancías a largas distancias, y la proporción de leche a los bebés 
humanos”, explica la antropóloga.
Una compañía que cura
La
 evolución de esta relación entre seres humanos y animales ayudó a que 
la primera especie desarrollara, pues, características específicamente 
humanas, como son la empatía, la compasión y el compromiso. Aspectos que
 todavía seguimos fomentando continuamente a través de una relación que 
es “fundamental” para el ser humano, 
Él es muy consciente de lo “valiosa” que es la unión entre un animal y un ser humano,
 ya que muchas veces en su terapia recurre a ellos. Durante el verano, 
por ejemplo, lleva a niños autistas, discapacitados o con problemas 
neurológicos a nadar con osos marinos, una actividad de lo más 
gratificante para los pequeños, que pueden abrazar algo parecido a un 
“peluche gigante” que tiene un carácter “parecido al de un perro”, como 
explica Zaragoza.
Y es que la afirmación de que el perro es el 
mejor amigo del hombre no es simple palabrería. “La relación que 
desarrollamos con las mascotas es muy importante y muy valiosa, es diferente de la que tenemos con amigos o familiares y nos enriquece de otra manera, por otros canales”, explica Zaragoza.
De
 hecho, en un test psicológico que se realiza con frecuencia se muestran
 dos fotografías; en una de ellas aparece un hombre sentado en un sofá 
junto a un gato y en otra está el mismo hombre, pero sin gato. Ante la 
pregunta “¿quién te parece mejor persona?” una amplísima mayoría de participantes responde que el hombre que aparece con el gato.
Y es que, como apunta Zaragoza, los animales no juzgan a sus dueños, sino que los aceptan
 y quieren tal cual son. Por eso es tan especial el vínculo que 
desarrollamos con ellos. por eso y porque nos permite tener ‘alguien’  
con quien desahogar nuestras emociones, ‘alguien’ de quiÉn preocuparnos y
 ‘alguien’ que nos acompaña y nos aprecia sin condiciones.
 
 

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