Un cuerpo musculado implica que nuestro metabolismo funcione más deprisa y por lo tanto consumamos más cantidad de energía incluso en reposo. Por este motivo es esencial que dotemos al organismo de lo que necesita para poder hacer frente a este requerimiento. Además, las fibras musculares sufren cuando las entrenamos y deben reponerse con el descanso. Este descanso conlleva alimentarnos correctamente y dotar al músculo del alimento necesario para reponerse y volver a tener fuerza para realizar deporte. Por ello es importante mantener una alimentación constante. Es cierto que variará mucho dependiendo de lo activos que seamos, pero para las personas que someten a sus músculos a un trabajo de intensidad para hipertrofiar es necesario un alto aporte de alimento.
Cuando nos referimos a alimentarnos cada tres horas no significa realizar una comida copiosa, sino consumir algún tipo de alimento que nos aporte energía y nutrientes necesarios para conseguir unos músculos en perfectas condiciones, como son los frutos secos naturales, pan integral, queso fresco, lácteos, pavo, pollo… Se trata de ingerir alimentos con altas propiedades nutritivas y bajo contenido en calorías y grasa. Además, dotar al cuerpo de alimento constante es bueno a la hora de evitar acumular grasa, ya que si nuestro cuerpo no pasa hambre no necesita guardar reservas para situaciones de necesidad.
Debemos mantener esta tónica si lo que queremos es un perfecto desarrollo muscular y rendir al máximo en los entrenamientos para seguir progresando a la hora de levantar peso.
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