viernes, 7 de enero de 2011

APARIENCIAS

Falsas como monedas de latón
que atesoran lustres
refrotados en noches insomnes,
liturgias obsesivas de abolengos
y ascensos de peldaños
a las altas peanas.
Son hervidero los tentáculos,
manos a tanta geografía.
Mapas, bocetos a la retina ávida,
flashes de grabaciones instantáneas
en la mente. Exhaustivo control
sobre la evolución de cada micra,
del gesto y de sus conexiones.
Casi cualquier mirada, cifra,
indicio o baremo es revelador.
Material, reseña o etiqueta,
si son de calidad, o la aparentan
sobre un escaparate, salón o relumbrón.
Efímeros los triunfos desde el borde del ojo.
Impensable amor o equilibrio
el de órdenes en continua danza.
Pero al fin siempre llega ese día afortunado
en que acontece un buen tropiezo.
Se tambalea el andamiaje,
Las un día sólidas o las improvisadas estructuras
se desmoronan, se derrumban
entre jactanciosos destellos,
rotos colosos y charangas,
En pedazos ruedan por tierra,
acumulan velocidad pendiente abajo,
chocan contra las plataformas.
Circularán por los días, los años
entre descontentas y errantes
desconociendo norte o fin.
Añorando remotos esplendores,
naufragando en pasadas glorias.
Otros oleajes traen otras orillas.
Interminables otros instantes
de desaprender lo aprendido.
Fácilmente vacío y aflicción.
Hasta la percepción que un día
el mundo se transforma,
que se hace sólido bajo sus pies,
no importa se muevan o no.
Al fin un firme, propio, territorio.
Al fin hallar el alma.
Autor desconocido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario