La actitud que tomas frente a los problemas o sucesos que se te 
presentan cotidianamente es finalmente la que determina la dimensión e 
importancia de los mismos. Recuerda que hay dos formas de ver el vaso: 
medio lleno y puedes alegrarte al observar la mitad llena o puedes 
preocuparte por la mitad vacía.
Esto no es ni más ni menos que una cuestión de dos actitudes 
antagónicas: la actitud positiva y la actitud negativa. Sin dejar de ser
 realista o soñador, puedes transformarte en una persona más positiva y 
creativa para vivir las circunstancias de una manera menos traumática y 
más relajada.
Por eso, para dejar de ver todo negro y cultivar una verdadera 
"actitud positiva", se han propuesto 10 reglas de oro que, si se siguen 
al pie de la letra, harán de ti una nueva persona:
Relájate y respira profundo
Si algo te salió mal o te sientes un poco depresivo, lo mejor que 
puedes hacer es distenderte y concentrarte en la respiración. Se ha 
comprobado que los métodos de relajación ayudan a deshacerse de los 
pensamientos negativos, favorecen el control de las emociones y 
purifican el cuerpo.
Haz lo que piensas
Si piensas una cosa y terminas haciendo otra totalmente diferente, te
 sentirás inconforme contigo mismo. Trata de evitar las conductas 
contradictorias, sobre todo si no quieres que te invada un profundo 
sentimiento de fracaso existencial.
Aprende a ver el lado positivo de las cosas
Debes aprender que en la vida no todos los momentos son buenos, hay 
algunos peores que otros e incluso algunos son indeseables. La clave 
esta en aceptar los hechos que son irremediables sin ningún tipo de 
frustración o enojo desmedido.
Una reacción emotiva descontrolada o negativa para afrontar un 
momento duro en la vida es una clara muestra de debilidad y fracaso. Al 
contrario, la serenidad, el autocontrol y la visión positiva de las 
cosas son las mejores armas para enfrentar con éxito lo que te toca 
vivir.
Evita las comparaciones
Para cultivar una actitud positiva nada mejor que ser uno mismo. 
Tanto las comparaciones como las idealizaciones de cómo deberías ser tú y
 de cómo deberían ser las cosas, son muy perjudiciales para tu salud 
mental y tu autoestima.
La frustración y la envidia que se genera al ver en otros lo que uno 
quiere ser son pensamientos altamente negativos que debes aprender a 
controlar para evitar sentirte deprimido.
Lo mejor es aceptarte tal cual eres y tratar de cambiar aquellas 
cosas que te molestan de ti mismo, pero dejando de lado las 
comparaciones, pues cada persona es única.
Vive el presente
Si piensas continuamente en lo que debes o puedes hacer en el futuro 
te pierdes de vivir el presente. Además este tipo de pensamientos 
alimentan la ansiedad y las preocupaciones y no te permiten disfrutar de
 los pequeños momentos que te da la vida.
Para dejar de divagar y angustiarte por lo que todavía no sucedió, 
nada mejor que centrar todos tus sentidos en el aquí y ahora, sin dejar 
de lado los sueños y los proyectos.
Olvídate de los detalles
La obsesión por la perfección sólo puede conducirte a la desilusión. 
Pues no todo es tan perfecto como siempre pretendes que sea, la vida 
está llena de pequeños detalles que la hacen encantadora y única.
Si deseas que todo esté de acuerdo a tu esquema de valores te pasarás
 todo el tiempo tratando de acomodar esos detalles para que se vean 
perfectos, pero le quitará el sabor de disfrutar las cosas tal cual se 
presentan. Busca un equilibrio y deja de lado el exceso de 
perfeccionismo, te sentirás mejor.
Mueve el cuerpo
Pasa cuanto antes a la acción y permítele al cuerpo moverse con total
 libertad. Practica un deporte, haz alguna actividad física, recrea tu 
mente a través del baile o de un paseo por el parque. De esta forma 
elevas tus niveles de adrenalina y serotonina aumentando el optimismo y 
desechando los pensamientos negativos, por tanto ayudandote a conseguir 
una actitud positiva.
Cuida tu imagen
Verse bien es una manera de sentirse bien. El cuidado personal te 
hará sentir más renovado y te ayudará a romper el círculo cerrado del 
pesimismo. Intenta cambiar de imagen regularmente y no dudes en 
arreglarte cada vez que sales de tu casa. Asimismo evita el encierro, 
esto te obligará a modificar tu aspecto.
Presta atención a los demás
Creerte el centro del universo sólo alimentará las obsesiones que 
tienen por ti mismo. Poco a poco, comienza a centrarte en los demás y 
recuerda que ayudar al prójimo puede ayudarte a sentirte mejor y más 
positivo. Los problemas de los otros pueden hacerte tomar conciencia de 
que no todo lo que te pasa es tan grave.
Duerme plácidamente
Acostúmbrate a mejorar tu calidad de sueño. Dormir bien es una 
excelente manera de mejorar tu estado de ánimo durante el día. Recuerda 
que un mal descanso incide directamente en tu humor, te hace sentir 
cansado e irritable, y sobre todo no te ayuda a cambiar la actitud.
 
 

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