Dijo en la conferencia de presentación de su nuevo libro de
psicología positiva, Bernabe Tierno -Y ahora para terminar vamos a hacer
Abrazoterapia con la persona que tengan a su lado- ,aunque era mi
amiga a la izquierda y mi hermana a la derecha, recuerdo haberme sentido
incómodo. Son necesarios 4 abrazos al día para sobrevivir, 8 para
mantenerse y 12 para crecer como personas. Recibir y dar afecto en algo
básico a nivel emocional, y aun así es habitual la incomodidad de muchas
personas mostrar afecto, con abrazos, dos besos o un apretón de manos.
De pequeños aprendemos fácilmente, de adultos parece que desaprendemos, y
con esfuerzo se puede volver a aprender a dar y recibir afecto.
Aprendí en ese día, que mientras todo el mundo estaba dándose
abrazos, una imagen que no me gusto, la de un escenario con una persona
absolutamente sola, que eligió quedarse donde estaba, en vez de eligir
bajar para mostrar afecto a su amigos en la primera fila de butacas.
Aprendí de la hermana de 13 años de un amigo, que en su sano
crecimiento emocional, era habitual que en un ambiente distendido
inundaba a su hermano de abrazos besos y coscorrones, seguidos de mas
abrazos para pedir perdón entre risas, recuerdo haberme sentido un poco
incómodo por la situación, no acostumbrado a ver afecto, o tal vez
porque no era yo el receptor de los abrazos. Hace tiempo que no veo esa
escena, tal vez al hacerse mayor ha desaprendido a mostrar afecto, o a
lo mejor es que me paso demasiado poco por casa de mi amigo.
Al terminar el taller de psicología de Carlos Odriozola, fuimos
varios a despedirnos agradecidos y contentos, con las mujeres que eran
franca mayoría, se despidió con dos besos, en cambio mi apretón manos lo
transformo Carlos en un abrazo de despedida, fue una enseñanza practica
de que la vida tiene que ser guiada desde el afecto. Para terminar
vamos a hacer todos abrazoterapia…
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