Estas son algunas ideas para aprender a tomar estímulos externos aparentemente difíciles como desafíos para estar mejor:
1) Cambiar de actitud.  Una buena forma es observando a personas diferentes que se toman el  mismo hecho de una manera opuesta o distinta a la propia (que no es la  única, ni la verdadera y por lo tanto, posible de modificar).
2) S.O.S. Tener el  valor y la humildad para poder pedir ayuda cuando no se encuentra una  manera visión distinta. Hasta que uno no pueda animarse a ver las crisis  de una forma diferente, las conclusiones a las que llegará siempre  serán las mismas, para ver con otros ojos es necesario pedir ayuda a  quienes tengan la facilidad de brindarla.
3) Practicar, practicar y practicar.  Para crecer con las crisis (tanto externas como internas) necesitamos  practicar las nuevas actitudes sostenidas en el tiempo. Una buena forma  de comenzar es practicar estas ideas durante por lo menos seis meses.
4) Buscar ejemplos.  Siempre hay personas a nuestro alrededor que ya se animaron a dar el  paso que tanto nos cuesta concretar. Ellos nos pueden inspirar, sólo es  cuestión de comenzar a mirar alrededor.
5) Reírse de uno mismo. Es necesario animarse a dejar de lado el ego que siempre se queja y se siente ofendido y empezar a reírse de la propia torpeza.
6) No esperar fórmulas mágicas desde afuera.  Hay que hacer la siguiente reflexión: “¿Cuál es mi parte de  responsabilidad para haber llegado hasta aquí?”. Si no me hago  responsable de mis actos jamás podré salir de mi crisis personal ya que  sólo podemos transformar aquello de lo cual nos hacemos cargo.
7) Buscar contextos gratificantes.  Para salir de un espacio de crisis, es necesario  comenzar por el  contexto externo. ¿Qué caracteriza un contexto? El ambiente físico, las  conversaciones, el contacto con la naturaleza, entre otras cosas. Si los  contextos en los que vivo no son los que me gustan ¿qué espero para  crear nuevos?
8.) Conectarse con las sensaciones.  Tanto las actividades deportivas como las artísticas nos conectan con  el mundo de las sensaciones. Y cuando estamos en los sentidos, dejamos  de estar en la cabeza (que es la que nos mantiene en crisis).
9) Actuar ahora. Esto  implica decidir hoy mismo con qué acciones concretas voy a iniciar un  camino de crecimiento. Como dijo Goethe: “Aquello que puedes hacer o  sueñas que puedes hacer, comiénzalo. La audacia tiene genio, poder y  magia. Comiénzalo ahora”.
10) )  Leer este artículo y ¡destruirlo!  Si después de leer estas ideas, se recortan y se pegan en la heladera,  está faltando lo más importante: el placer de hacer. Todo esto es para  tenerlo presente y luego es como salir a bailar: para disfrutar del  baile no importa contar los pasos sino gozar.
Ignacio Trujillo 
Autor del libro “El alma tiene sus razones”. Nació en Buenos Aires en 1968, es licenciado en Comunicación y Publicidad y Coach Ontológico.
Autor del libro “El alma tiene sus razones”. Nació en Buenos Aires en 1968, es licenciado en Comunicación y Publicidad y Coach Ontológico.
 
 

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