Debemos tener un amor por los demás que sea genuino, puro y ferviente, que sobrepase todo.
Jesús dejó muy claro que el amor es de veras su primera prioridad cuando dijo: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros"(Juan 13: 34). El apostol Pedro escribió: "Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados" (1 Pedro 4:8).
En otras palabras, debemos tener un amor por los demás que sea genuino, puro y ferviente, que sobrepase todo lo que hacemos. Si pudiéramos manejar sólo una cosa en nuestra vida, esa debería ser amar a los demás. Por supuesto, sería imposible amar a los demás sin antes conocer a Dios, amarlo y saber que Él nos ama.
Mucha gente piensa que una gran fe es la señal número uno de la madurez espiritual. Sin embargo, considero que caminar en amor es la verdadera prueba de madurez espiritual, y sé que eso energiza nuestro camino de fe. Si amamos a Dios, tenemos fe en Él.
La Biblia nos muestra que la fe obra a través del amor. Gálatas 5:6 dice que "en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión", que lo que verdaderamente cuenta es "la fe que obra por el amor".
El amor no es una teoría ni habladuría, es acción. De hecho, la Biblia expresa que no caminamos por fe si vemos a un hermano en necesidad, tenemos de lo que él necesita y no hacemos nada al respecto (vea 1 de Juan 3:17).
Jesús también dijo que toda la ley y todos los profetas se reducen al amor, cuando declara: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente'. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es similar: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo'. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas" (Mateo 22:37-40).
Jesús le dio estas palabras a quienes preguntaron cuál era el mandamiento más importante, y los dicípulos le dijeron: "Sólo danos el resultado final, Jesús". Como respuesta, Él les dijo: "Está bien. ¿Ustedes quieren el resumen? ¿Ustedes quieren obedecer totalmente toda la ley y todos los profetas? Entonces, ámenme y amen a la gente". ¡Eso es todo! Así de simple es.
Tratar de caminar en fe sin amor es como tener una linterna de mano sin las pilas. Debemos mantener nuestra pila de amor cargada todo el tiempo. De lo contrario, nuestra fe no funcionará.
Creo que las personas pueden entrar en problemas cuando no persiguen diligentemente el caminar en amor como una parte esencial de nuestra fe y relación con Dios. Queremos ser bendecidos, queremos ser sanados y queremos tener ministerios exitosos, pero a decir verdad, no parecemos estar desesperados en buscar caminar en amor y en el fruto del Espíritu.
Una fuerza intenta buscar construir una fortaleza de amor frío en nuestro corazón; y quiere que seamos egoístas y autosufiecientes, pensando: "Que alguien haga algo por mí”, sin nunca alcanzar a hacer algo por otra persona. El enemigo sabe que la fe obra a través del amor, y la verdad es que sin amor, la cantidad de nuestra fe es nula.
Entonces, ¿qué significa el tener la clase de fe que obra a través del amor?
Primera de Corintios 13 nos enseña que el amor es paciente, benigno, no envidia, no se irrita, no guarda rencor ni es jactancioso. El amor no es descortés. Una persona que camine en amor, es considera, gentil, dadivosa y buena con la gente. El amor no se ofende con facilidad, no guarda resentimientos ni mucho menos busca vengarse. El amor perdona y olvida.
El amor siempre está buscando la oportunidad de expresarse, levanta el ánimo, alienta y escucha. El amor nunca falla.
A medida que vayamos caminando por las sendas del Señor y lo imitemos en amar a los demás, nuestras relaciones con Él continuarán fortaleciéndose y nuestra vidas será enriquecida.
Jesús dejó muy claro que el amor es de veras su primera prioridad cuando dijo: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros"(Juan 13: 34). El apostol Pedro escribió: "Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados" (1 Pedro 4:8).
En otras palabras, debemos tener un amor por los demás que sea genuino, puro y ferviente, que sobrepase todo lo que hacemos. Si pudiéramos manejar sólo una cosa en nuestra vida, esa debería ser amar a los demás. Por supuesto, sería imposible amar a los demás sin antes conocer a Dios, amarlo y saber que Él nos ama.
Mucha gente piensa que una gran fe es la señal número uno de la madurez espiritual. Sin embargo, considero que caminar en amor es la verdadera prueba de madurez espiritual, y sé que eso energiza nuestro camino de fe. Si amamos a Dios, tenemos fe en Él.
La Biblia nos muestra que la fe obra a través del amor. Gálatas 5:6 dice que "en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión", que lo que verdaderamente cuenta es "la fe que obra por el amor".
El amor no es una teoría ni habladuría, es acción. De hecho, la Biblia expresa que no caminamos por fe si vemos a un hermano en necesidad, tenemos de lo que él necesita y no hacemos nada al respecto (vea 1 de Juan 3:17).
Jesús también dijo que toda la ley y todos los profetas se reducen al amor, cuando declara: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente'. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es similar: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo'. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas" (Mateo 22:37-40).
Jesús le dio estas palabras a quienes preguntaron cuál era el mandamiento más importante, y los dicípulos le dijeron: "Sólo danos el resultado final, Jesús". Como respuesta, Él les dijo: "Está bien. ¿Ustedes quieren el resumen? ¿Ustedes quieren obedecer totalmente toda la ley y todos los profetas? Entonces, ámenme y amen a la gente". ¡Eso es todo! Así de simple es.
Tratar de caminar en fe sin amor es como tener una linterna de mano sin las pilas. Debemos mantener nuestra pila de amor cargada todo el tiempo. De lo contrario, nuestra fe no funcionará.
Creo que las personas pueden entrar en problemas cuando no persiguen diligentemente el caminar en amor como una parte esencial de nuestra fe y relación con Dios. Queremos ser bendecidos, queremos ser sanados y queremos tener ministerios exitosos, pero a decir verdad, no parecemos estar desesperados en buscar caminar en amor y en el fruto del Espíritu.
Una fuerza intenta buscar construir una fortaleza de amor frío en nuestro corazón; y quiere que seamos egoístas y autosufiecientes, pensando: "Que alguien haga algo por mí”, sin nunca alcanzar a hacer algo por otra persona. El enemigo sabe que la fe obra a través del amor, y la verdad es que sin amor, la cantidad de nuestra fe es nula.
Entonces, ¿qué significa el tener la clase de fe que obra a través del amor?
Primera de Corintios 13 nos enseña que el amor es paciente, benigno, no envidia, no se irrita, no guarda rencor ni es jactancioso. El amor no es descortés. Una persona que camine en amor, es considera, gentil, dadivosa y buena con la gente. El amor no se ofende con facilidad, no guarda resentimientos ni mucho menos busca vengarse. El amor perdona y olvida.
El amor siempre está buscando la oportunidad de expresarse, levanta el ánimo, alienta y escucha. El amor nunca falla.
A medida que vayamos caminando por las sendas del Señor y lo imitemos en amar a los demás, nuestras relaciones con Él continuarán fortaleciéndose y nuestra vidas será enriquecida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario