viernes, 10 de mayo de 2013

SOLO POR HOY


SOLO POR HOY trataré de pasar el día sin esperar resolver de inmediato todos los problemas de mi existencia.
 
            Es habitual que nosotros, los neuróticos, tratemos de solucionar nuestra enfermedad en sus distintas características, por caminos rápidos, usando atajos casi mágicos.
 
            No queremos aceptar que vivir es recorrer muchos kilómetros y que debemos hacerlo paso a paso.
            El primero comienza incorporándonos al grupo y dejándonos llevar por las sugerencias.
            Es de gran utilidad consignar por escrito nuestras dificultades y actitudes negativas para lograr una verdadera toma de conciencia de lo que nos pasa.
            Así empezaremos a conocernos, comprendernos y aceptarnos (No a JUSTIFICARNOS).
   
SOLO POR HOY puedo proponerme hacer algo que me haría desanimar si yo tratase de comprometerme a hacerlo por el resto de mi vida.
    
            Todos nosotros aceptamos que podemos vivir HOY -SOLO POR HOY- con inteligencia, cumpliendo el programa que nos proporciona N/A.
 
            ¿Por qué pensar si mañana lo cumpliré?
            ¡HOY lo pude hacer!       ¡eso me basta!
     Al preocuparme por mañana dejo de vivir HOY, no puedo disfrutarlo y dejo de vivirlo plenamente.
   

SOLO POR HOY SERÉ FELIZ Pondré en práctica la frase de Abraham Lincoln: “casi todo el mundo es tan feliz como se lo propone”.
 
     ¿Hoy me propuse ser feliz?, o el apuro, la rutina, las luchas internas, los deseos de ganarle a la vida, no me dejaron ver las cosas que tengo a mi alrededor, siempre dispuestas a darme su fragancia y hermosura.
     Nada ni nadie deja de tener algo lindo, algo dulce si lo sabemos buscar. Por árido que sea lo que nos toque, la felicidad está en nosotros, vive en nosotros y es doble si la compartimos.
 
     Esa felicidad es posible si pensamos en el poema de Malloch..

“Si no puedes ser pino de cumbre,
sé la mata del valle, la más linda
de las matas que van junto al arroyo;
sé el arbusto, si el árbol está arriba...

...tripulantes, sino capitanes,
que un lugar siempre guardamos en la vida.

Hay que hacer cosas grandes y pequeñas,
...pero siempre ha de hacerse la mas chica.

De no ser camino, sé el sendero,
sino el sol, sé la estrella que titila,
no busquemos tamaño en la pelea,
sino, ser el mejor en nuestras filas.”
 
     Es sólo así como puedo proponerme ser feliz HOY y lograrlo; de esta forma podremos decir: “estamos viviendo en plenitud”.
   

SOLO POR HOY ME ADAPTARÉ A LA REALIDAD, en lugar de adaptarlo todo a mis deseos y a mi voluntad. Aceptaré lo que el mundo externo me depare y haré lo mejor que pueda con ello.
 
            Las falsas expectativas, el proyectarnos más de lo debido, el programarnos metas inalcanzables, el querer que el universo que nos rodea gire a nuestro alrededor con nuestras propias pautas, es algo que nos caracteriza.
            Poco a poco debemos comenzar a debilitar ese YO grandote, pues es él, que nos hace actuar así.
            ¿Cómo?, empezando a cambiar en pequeñeces; aceptando que mi medio ambiente es el que me rodea, y no el que YO quisiera.
            Hago por escrito un inventario lo más completo posible de mis defectos y revalorizando lo realmente positivo que hay en mí, también lo consigno por escrito para una mejor cocientización, luego lo comparo con lo anotado cuando realicé el trabajo propuesto en la primera parte, con mis defectos. Para esta sugerencia debo tratar de ser objetivo, no dejando que el YO haga las cosas por mí.
            El empezar un conocimiento más profundo de mí mismo, me permitirá alcanzar una mayor serenidad.
            Por otra parte, darme cuenta de que debo tratar con un mundo que también está lleno de defectos y virtudes permitirá que mi YO se convierta paulatinamente en NOSOTROS.
 
            Todos, con alegrías y tristezas, con actitudes positivas y negativas. Pero así somos y nos debemos aceptar”
      Nuestras vidas se han hecho para vivirlas con ALEGRÍA, con AMOR, no para pasarnos la mayor parte de nuestras horas pensando y filosofando en lo que deberían ser.
 
     De esta forma tomaremos la realidad como venga y nos adaptaremos a ella.
             

SOLO POR HOY TRATARÉ DE FORTALECER MI MENTE. Estudiaré, aprenderé algo útil. No seré un apático mental, leeré algo que me requiera esfuerzo, pensamiento y concentración.
 
            Concretamente HOY, que leo esto, ¿traté de fortalecer mi mente? Ese don de privilegio que mi Ser Superior me dio, que me permite tener sentimientos y razonar. Que es algo poderosísimo cuando es usado debidamente en favor de la comunidad; ¿tengo yo derecho a no cultivarlo a diario cuando es lo que realmente me hace hombre?.
 
            Me dedicaré a estudiar nuestra literatura o cualquier otro texto que me interese, pues la forma de fortalecer mi mente. Aprenderé algo útil, no solo por el beneficio que me pueda dar, sino que como ser humano necesito se útil a la comunidad en que vivo; de esta forma me integro a la misma, que es una linda manera de vivir con salud emocional.
 
            ¿Soy un apático mental?, ¿Cuáles son mis lecturas preferidas? Cuando alguien establece un diálogo conmigo, ¿lo escucho, lo razono, siento a la par de él, o simplemente lo dejo hablar para que llegue pronto mi turno y así poder decirle lo que permanentemente vengo rumiando en mi interior, que no es nada más que mi YO?
 
            Cuando leo nuestra literatura, ¿procuro comprenderla, aceptarla, hacerla vivencia, o la escucho como un canto de sirenas que suena agradable para mis oídos en ese momento y nada más?.
 
            Cuando leo algo que me invita a hacer cambios en mi vida y que mi enfermedad, mi negación, rechazan, ¿suelo decir: “yo leo pero no entiendo; leo, pero no me queda”, “leo, pero no sé explicar”. ¿No es más honesto decir: “leo pero no lo hago vivencia”?.
 
            Queridos amigos, esto se logra con trabajo diario, buena voluntad, diciendo NO al facilísimo; queriéndonos mucho; queriendo mucho al método de vida que nos lleva a ser seres humanos y normales.
            En definitiva, para que nos guste, debemos habituarnos a leer cosas que requieren nuestro esfuerzo y concentración.
   

SOLO POR HOY EJERCITARÉ MI ALMA en tres formas:
a) Le haré un bien a alguien sin esperar recompensa y sin que nadie lo sepa; si alguien se enterara, esto no contará.
b) Haré por lo menos dos cosas que no quisiera hacer, solo por ejercicio.
c) No le demostraré a nadie que mis sentimientos han sido heridos, puedo estarlo pero no lo demostraré.
 
            ¿Para qué ejercitar el alma? Para lograr cambios de actitudes, un verdadero cambio en la vida.
            La primera propuesta es hacer un bien a alguien ¡Que bien nos sentimos cuando lo hacemos! ¡Que bueno es poder dar!, pues el hacerlo implica que tenemos algo dentro de nosotros; Nadie puede dar lo que no tiene.
            Si a este dar le agregamos no esperar nada de quien lo recibe, nos liberamos de la ansiedad que implica un trueque, nos hace libres, nos acerca a Dios.
            Si nadie se entera el contacto con mi Ser Superior será más íntimo, dará placidez a mi espíritu, lo engrandecerá, me dará paz interior, alegría de vivir. Porque en esencia eso es AMOR.
 
            Hacer algo que no me gusta, fortalece, revitaliza mi buena voluntad y me prepara para cuando mi guardia esté baja. En ese momento mi pensar se ve alterado y mi razonamiento es nulo. En esas etapas solo los buenos hábitos adquiridos, por su propia gravitación, harán que no entre en recaídas, tanto físicas con psíquicas.
            Hasta ahora es hermoso todo esto, pero cuando me hieren, ¡qué difícil es no demostrarlo! Eso ya toca lo Divino. Es casi inalcanzable, pero pienso que mi vida debe ser permanentemente búsqueda. Algunas veces lograré el objetivo, otras no. Es humano. Lo importante es intentarlo.
     Estamos seguros de que toda alma noble llega a su Ser Superior por medio de otro ser humano.
     Pese a todas mis falencias, lo importante es ser nobles con los demás, y cuando hieren, intencionalmente o no,  tratar de devolver una sonrisa. Lo más seguro es que cambie la actitud de quien nos agrede, en el fondo nos beneficiamos los dos y me ayuda a crecer por dentro.
            Hoy trataré de fortalecer mi alma. Si lo hago agregaré un paso más al largo camino de mi recuperación y lograré una verdadera paz espiritual.
   

SOLO POR HOY TENDRÉ UN PROGRAMA A SEGUIR. Quizá no lo siga con exactitud, pero lo tendré. Me salvaré de dos plagas: LA PRISA Y LA INDECISIÓN.
 
            El tener un programa a seguir será uno de los buenos hábitos que deberé incorporar a mi plan adecuado de vida. Ahora bien, ¿en qué me beneficiará? Un programa flexible nos proporciona tranquilidad y seguridad para nuestros actos de vida y nos permite lograr un equilibrio emocional e intelectual.
 
            Básicamente, estamos adquiriendo las pautas que nos permiten vivir en plenitud.
            Por el contrario, un programa rígido nos esclaviza y nos desestabiliza emocionalmente.
 
            Esto lo debemos hacer carne en nosotros. Cuántas veces nos programamos sin tener en cuenta a los demás en nuestras acciones y quizá ellos demoren o desvíen lo que teníamos pensado. El saber que no vamos a cumplir cabalmente con el programa reconforta y apuntala nuestra estabilidad emocional.
            ¡Qué gran verdad encierra el final de la propuesta!
     Librarnos de estas dos calamidades como la PRISA y la INDECISIÓN. Ambas deben ser desterradas de nuestras vidas pues nos transmiten la sensación de desasosiego, de vacío interior, como si entráramos en un torbellino interminable que sólo nos deja: desagrado, estado de dudas, frustraciones, inseguridad.
            Tengamos la seguridad absoluta de que cuando la vida nos apure, de que cuando más vamos perdiendo la calma, de que cuando más vamos perdiendo el partido que jugamos, debemos para, reflexionar, y pausadamente tomar uno por uno los casos a resolver.
 
     De este modo habremos llegado a la hermosa conclusión de que nos insumió menos tiempo del pensado permitiéndonos vivir cada momento con mayor alegría y plenitud. Así llegaremos a ser nosotros mismos.
   

SOLO POR HOY SERE AGRADABLE “Me mostraré lo mejor que pueda; vestiré apropiadamente; hablaré en voz baja; actuaré cortesmente; no haré crítica alguna; no le encontraré faltas a nadie más que a mi mismo”.
 
            ¿Soy agradable, trato de ser dulce con los demás? ¿o sólo me muestro bondadoso con los que me complacen o quiero?. La propuesta es SOLO POR HOY, pero con todos, con aquel que nos simpatiza, con aquel que me toca convivir e ir construyendo día a día mi vida, con aquel que no comparte mis ideas.
            A nadie le gusta compartir no siquiera un minuto con aquel que nos deja sabor amargo cada vez que lo encontramos. Ahora bien, ser agradables jamás debemos tomarlo como sinónimo de complacientes, como sinónimo de no luchar por la vida, sino aún jugando el rol que nos ha tocado, tener el gesto amable y una sonrisa franca. Resulta un muy buen complemento si a esta actitud le sumamos mostrarnos lo mejor que podamos y vestirnos apropiadamente.
            Nuestra enfermedad, con su núcleo fundamental: la negación, nos hizo perder el hábito de la belleza, vernos y que nos vean bien.
            Hablaré en voz baja, actuaré cortésmente... ¡que reacción hermosa provoco en mi interlocutor cuando hablo suave y con cortesía! Sin querer ser el que me destaco, sin querer ser aquel que a los gritos y lleno de carencias dice: AQUÍ ESTOY YO.
 
            A su vez, me ayuda a adquirir otro buen hábito: escuchar al otro y mantener un verdadero diálogo.
            ¿Por qué no probar? es solo por hoy.
 
            No haré crítica alguna, no le encontraré faltas a nadie y trataré de no superar ni dirigir a nadie más que a mi mismo.
           
            Que fácil me resulta manejar a los demás, criticarlos, ver sus faltas... Pero hay alguien que me resulta indomable, SOY YO. ¡que rebelde me resulto!, a ése debo hacerle una buena crítica y mantener el autodominio. El YO siempre me pudo, siempre me ganó, me superó, me dirigió, y así llegue al grupo: mutilado física, psíquica, y espiritualmente.
            Por qué no probar a través del grupo, ser amable, cortés, vestir estéticamente, hablar en voz baja, no criticar, no superar ni dirigir a nadie, Total...es SOLO POR HOY y si lo logro, quizás no sea YO, seamos NOSOTROS.
   

SOLO POR HOY me tomaré media hora de calma para mí mismo y estaré sin tensiones.
 
            En algún momento durante esa media hora... trataré de tomar una mejor perspectiva de vida.
            He tenido en cuenta como ser humano, también necesito mi tiempo para todas las cosas y en especial, para mi vida, para que en ese rato de calma propuesto pueda ver dónde estoy, hacia donde voy, qué es lo que quiero lograr.
            Para poder analizar objetivamente todas estas cosas debo desconectarme de los hechos cotidianos que me devoran y no me dejan pensar, convirtiéndome en una autómata, importándome todo menos mi persona.
            Ese deterioro personal redunda en no poder ocuparme de mí, derivando en un estafado de desazón y tensión que me lleva inevitablemente a la neurosis.
            ¡Que hermoso es crearse el hábito de estar un rato en calma, contemplando los pequeños logros obtenidos y a su vez, eligiendo el camino a seguir. Durante esa media hora también podemos tomar una mejor perspectiva de vida.
            ¿Por qué no hacerlo a través del plan espiritual de nuestro grupo, compendiado en los Doce Pasos? A través de ellos podré ver mis limitaciones, la necesidad de ayuda externa, mis defectos, para irlos corrigiendo, enmendar los errores que cometí con mis congéneres y a su vez llevar el mensaje a otros que -como nosotros- padecen neurosis. Desde esta nueva perspectiva, tratar de tomar nuevas actitudes para con mi familia, mis compañeros de trabajo, mis compañeros de grupo.
 
            Ellos, al ver nuestros cambios, cambiarán de actitudes hacia nosotros y viviremos en armonía a favor de nuestro estado emocional.
            También debo tener objetivos claros, concisos; ello me salvará de vivir indeciso y tendré la certeza de poder lograrlos. Y así, poco a poco, con una serena alegría, con una gran paz interior, podré decir: Solo por hoy estoy bien.
     


 
            Especialmente no temeré disfrutar de lo que sea más bello, ni creer que lo que doy al mundo, éste me lo devolverá en la misma proporción.
            Normalmente, cuando vivimos oprimidos por todos los deterioros físicos y psíquicos que nuestra enfermedad, la neurosis, nos causa, dentro de nosotros hay MIEDO. Miedo a la vida, miedo a enfrentarnos a los demás en hechos cotidianos. El solo hecho de existir es ya una pesada carga para quienes hemos hecho del miedo un hábito de vida. Debemos erradicarlo de nosotros día a día, para que la cadena de eslabones SOLO POR HOY lo convierta en vida permanente  sin  miedos. 
            De esta forma, lejos de huir del mundo, conviviré con él con alegría, con ganas de vivir, hasta diría con una dosis de audacia, lo que nos llevará a metas que considerábamos inalcanzables. Podemos disfrutar de esa belleza que nos habíamos vedado por las limitaciones que nos imponía nuestra enfermedad.
            ¿Qué le doy al mundo, cuáles son mis objetivos en función de la comunidad que tengo por medio ambiente?, son preguntas que a diario debo hacerme.
            ¿Tengo una permanente actitud de servicio hacia los demás? ¿Atiendo a los que me rodean con una sonrisa, doy realmente AMOR? Como humanos que somos, no siempre estamos en condiciones de dar con continuidad estas cosas a quienes comparten nuestras vidas. Pero estamos seguros de que si tratamos de hacerlo, quienes nos rodean lo perciben, retribuyéndonos de igual forma. Si vivo en función de los demás me olvido de mí y eso es exactamente lo que me ayuda a superarme.

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