«Si
me ves cansado fuera del sendero, ya casi sin fuerzas para hacer
camino. Si me ves sintiendo que la vida es dura, porque ya no puedo,
porque ya no sigo. Ven a recordarme como es un comienzo, ven a
desafiarme con tu desafío. Muéveme en el alma, vuélveme al impulso,
llévame a mí mismo. Yo sabré entonces encender mi lámpara en el tiempo
oscuro, entre el viento frío. Volveré a ser fuego desde brasas quietas,
que alumbre y reviva mi andar peregrino. Vuelve a susurrarme aquella
consigna del primer paso para un principio. Muéstrame la garra que se
necesita para levantarse desde lo caído.
Si me ves cansado fuera del sendero, sin ver más espacios que el de
los abismos. Trae a mi memoria que también hay puentes, que también hay
alas que no hemos visto. Que vamos armados de fe y de bravura, que
seremos siempre lo que hemos creído. Que somos guerreros de la vida
plena, y todo nos guía hacia nuestro sitio. Y que un primer paso, y que
un nuevo empeño, nos lleva a la forma de no ser vencidos. Que el árbol
se dobla, se agita, estremece, deshoja y retoña, pero queda erguido. Que
el único trecho que da el adelante es aquel que cubre nuestro pie
extendido.
Si me ves cansado fuera del sendero, solitario y triste, quebrado,
herido. Siéntate a mi lado, tómame las manos, entra por mis ojos hasta
mi escondrijo. Y dime se puede, e insiste, se puede, hasta que yo
entienda que puedo lo mismo. Que tu voz despierte, desde tu certeza, al
que de cansancio se queda dormido. Y, tal vez, si quieres, préstame tus
brazos, para incorporarme, nuevo y decidido. Que la unión es triunfo
cuando hombro con hombro vamos, ¡si se puede!, con el mismo brío. Si me
ves cansado fuera del sendero, lleva mi mirada hacia tu camino. Hazme
ver las huellas, que allá están marcadas, de un paso tras otro por donde
has venido. Y vendrá contigo una madrugada, la voz insistente para un
nuevo inicio. Que abriré otro rumbo porque si he creído, que siempre se
puede… se puede, mi amigo. Que afortunados los que con el apoyo de la
familia y los amigos nos hemos levantado de una caída, y que bonito que
sean ellos los que nos impulsan a creer y seguir en el camino de la
vida.»
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