Depende mucho de tu actitud,
de tu manera de mirar el mundo, de la forma como tú quieras asumir las
cosas. Si lo que prima en tus pensamientos es lo nefasto, lo negativo,
muy probablemente eso será lo que resulte de las cosas que haces.
Es verdad que en el mundo no todo es positivo, hay
cosas con las que uno no puede lidiar y sería mejor alejarse de ello,
pero también es cierto que mucho de lo que creemos negativo, puede tener
un lado positivo si lo miramos con mayor detenimiento.
Cierto hombre creía que el último día de
la humanidad caería en una determinada fecha y se debía afrontar de modo
adecuado.Llegado el día, congregó en torno suyo a cuantos estuvieron
dispuestos a escucharlo y los condujo a la cima de una montaña.
Tan pronto estuvieron reunidos allí, el
peso acumulado hizo que se hundiera la frágil corteza y todos terminaron
en las profundidades de un volcán, y en efecto fue para ellos el último
día.
Si piensas tanto que las cosas trágicas se presentarán, pues sin duda lo harán, es una cuestión de actitud la forma como enfrentemos las cosas. Abrir los brazos y ser optimista cuando los problemas parecen
multiplicarse puede sonar extraño, pero si hemos de estar aquí, ¿por
qué no tratar de enriquecernos, de ver el lado positivo de lo que nos
rodea? No es tan difícil, vivir y se felizr es una cuestión de actitud.
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