Contrariamente a lo que la mayoría de los médicos piensan, llegando a recomendar el sacrificio de los gatos en los hogares donde una mujer queda embarazada, los gatos domésticos de vida casera y sometidos al control de sus propietarios no tienen un papel principal en la transmisión de Toxoplasma gondii. (Foto: Sxc.hu)Investigadores del Departamento de Microbiología, Inmunología y Patología del Colegio de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de la Universidad Estatal de Colorado (Estados Unidos) han llevado a cabo un estudio sobre el papel de los gatos domésticos en la epidemiología de Toxoplasma gondii. Los gatos son el único hospedador definitivo de T. gondii y, por tanto, los únicos animales capaces de eliminar por las heces quistes infectantes. Pero otros mamíferos y aves pueden desarrollar, como es sabido, quistes tisulares. Y mientras que la infección en los gatos es casi siempre asintomática, produce graves malformaciones y abortos en las mujeres embarazadas. Pero los felinos caseros pueden ser controlados por sus propietarios para reducir el riesgo de transmisión al mínimo: los gatos se deben mantener dentro de las casas, evitando el vagabundeo, y no ser alimentados con carne cruda. De esta forma, no pueden infectarse ni, por ende, diseminar la infección. Generalmente, las personas que se infectan lo hacen mediante la ingestión de quistes presentes en agua contaminada o en alimentos que se consumen crudos (ensaladas, por ejemplo) o ingestión de quistes tisulares en carne poco cocinada. En resumen, que el contacto directo con gatos no es el principal factor de riesgo para que las personas se contagien y desarrollen toxoplasmosis.
domingo, 19 de septiembre de 2010
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