viernes, 8 de febrero de 2013

SI ES POR AMOR

El amor por los animales, el arma más poderosa del ser humano

Cualquiera que tenga en su casa perro, gato o cualquier tipo de mascota sabe del importante papel que el animal desempeña en la familia, pero seguramente no sabe que la relación del ser humano con los animales jugó un papel determinante incluso en la propia evolución de la especie, y que nuestra empatía y nuestro lenguaje no serían los mismos sin ellos.  
tal y como demuestra la paleontóloga Pat Shipman en su último libro, La conexión animal, el vínculo con los animales jugó un papel esencial y beneficioso en la evolución humana en los últimos 2,6 millones años. Según su teoría los homínidos primigenios tuvieron que aprender a ponerse en el lugar de los animales para evitar ser atacados por ellos o bien para cazarlos, lo que provocó el desarrollo de la empatía en el cerebro y las emociones humanas.
Con el tiempo, explica Shipman, el volumen de información sobre los animales aumentó, los beneficios evolutivos de la comunicación de este conocimiento a otros también, y el lenguaje evolucionó como un medio externo de la manipulación y transmisión de información a través de símbolos. “Aunque no podemos descubrir el uso más temprano del lenguaje mismo, podemos aprender algo de los primeros artes prehistóricos con contenido inequívoco. Casi todas estas obras de arte representan a los animales”, asegura.
Tras acumular una gran cantidad de información acerca de los animales el hombre comenzó a domesticarlos (hace unos 32.000 años) con fines muy variados: “Ofrecían inmensos recursos renovables para tareas como el seguimiento de juego, la destrucción de los roedores, la protección de familiares y bienes, prestación de lana para el calor, el transporte de seres humanos y mercancías a largas distancias, y la proporción de leche a los bebés humanos”, explica la antropóloga.
Una compañía que cura
La evolución de esta relación entre seres humanos y animales ayudó a que la primera especie desarrollara, pues, características específicamente humanas, como son la empatía, la compasión y el compromiso. Aspectos que todavía seguimos fomentando continuamente a través de una relación que es “fundamental” para el ser humano,
Él es muy consciente de lo “valiosa” que es la unión entre un animal y un ser humano, ya que muchas veces en su terapia recurre a ellos. Durante el verano, por ejemplo, lleva a niños autistas, discapacitados o con problemas neurológicos a nadar con osos marinos, una actividad de lo más gratificante para los pequeños, que pueden abrazar algo parecido a un “peluche gigante” que tiene un carácter “parecido al de un perro”, como explica Zaragoza.
Y es que la afirmación de que el perro es el mejor amigo del hombre no es simple palabrería. “La relación que desarrollamos con las mascotas es muy importante y muy valiosa, es diferente de la que tenemos con amigos o familiares y nos enriquece de otra manera, por otros canales”, explica Zaragoza.
De hecho, en un test psicológico que se realiza con frecuencia se muestran dos fotografías; en una de ellas aparece un hombre sentado en un sofá junto a un gato y en otra está el mismo hombre, pero sin gato. Ante la pregunta “¿quién te parece mejor persona?” una amplísima mayoría de participantes responde que el hombre que aparece con el gato.
Y es que, como apunta Zaragoza, los animales no juzgan a sus dueños, sino que los aceptan y quieren tal cual son. Por eso es tan especial el vínculo que desarrollamos con ellos. por eso y porque nos permite tener ‘alguien’  con quien desahogar nuestras emociones, ‘alguien’ de quiÉn preocuparnos y ‘alguien’ que nos acompaña y nos aprecia sin condiciones.

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